Muchas veces habrás escuchado hablar o habrás leído en el listado de ingredientes de algún producto cosmético «castor oil» o aceite de castor. Muy lejos de lo que el nombre incite a pensar -no se trata de aceite de castor-, este aceite se extrae de las semillas de la planta de nombre botánico ricinus communis, originaria de las zonas tropicales del continente asiático y de África.
Como la mayoría de aceites vegetales, la calidad se determina por el grado de integridad y pureza del producto, para garantizar que éste conserve el mayor número de propiedades. Si tienes que comprar un aceite de ricino asegúrate de que sea 100% natural y prensado en frío.
Propiedades cosméticas del aceite de ricino
Es uno de los aceites vegetales más utilizados para enriquecer productos cosméticos, y ello se debe a sus propiedades antioxidantes-por su alto contenido en vitamina E-, antiinflamatorias, bactericidas y antifúngicas. Además , es una buena fuente de ácidos grasos –omega 6 y omega 9.
Debido a su alta concentración de ácido ricinoleico -aproximadamente, un 90% del contenido de ácido graso del aceite de ricino se forma a partir de los triglicéridos del ácido ricinoleico-, el aceite de ricino es hace que sea beneficioso para la piel y el cabello.
Aunque no existen demasiados estudios que evidencien la relación entre la regeneración del cabello y el aceite de ricino, lo cierto es que cada vez son más las personas que se han sumado a esta tendencia y aseguran que su uso vuelve el cabello más resistente y abundante y, en definitiva, con un aspecto más saludable.
Prepara una máscara de pestañas para estimular el crecimiento
Si te apetece tener las pestañas fuertes y frondosas como abanicos, te dejamos una receta que podrás preparar tú misma en casa. Para ello, te recomendamos que recicles algún tubo de máscara de pestañas que hayas acabado o que estés a punto de terminar. Si todavía te queda un poco de producto en el tubo, no pasa nada. Puedes usarlo sin necesidad de vaciarlo. Así podrás pintar tus pestañas a la vez que las refuerzas. También puedes comprar uno vacío y limpio. Lo encontrarás sin problemas en tiendas online especializadas.
Utiliza un embudo pequeño para rellenar el tubo. Si no dispones de él, tendrás que tener muy buen pulso. Rellénalo con aceite de ricino, pero no hasta arriba. De lo contrario, al introducir la varilla se te desbordará el contenido. Mezcla bien en el caso de que quede máscara de pestañas en el interior. Puedes ayudarte con la varilla para que el contenido que la preparación quede homogéneo.
Bastará con que apliques tu mascarilla un par de veces al día –por ejemplo, mañana y noche-, extendiéndola a lo largo de tus pestañas, haciendo hincapié en la raíz de las mismas, pero con cuidado de que no te entre líquido en los ojos, pues podría irritarlos.
Si el tubo que has utilizado está limpio, puedes aplicarlo también sobre tus cejas, si éstas están empobrecidas. Si eres hombre y tienes barba, también puedes usarlo para conseguir una barba más brillante y tupida.
Potencial toxicidad del aceite de ricino
A pesar de las innumerables propiedades que acabamos de explicarte, el aceite de ricino no debería consumirse por vía oral pues resulta tóxico.
Aunque se considera un aceite relativamente seguro siempre que no se ingiera, algunas personas han manifestado algún tipo de reacción sobre la piel.
Al igual que harías -o deberías hacer- cuando tienes que testear un producto nuevo, te recomendamos que realices una prueba de alergia antes de aplicarlo. Para ello, ponte una gota de aceite de ricino en la zona anterior del codo y espera 24 horas para comprobar que la piel no demuestra ningún tipo de reacción. Si es así, ya puedes aplicarlo por vía tópica.
Fuentes de consulta: https://www.medicalnewstoday.com/articles/es/aceite-de-castoraar