Las hipotecas son las grandes aliadas al momento de entregar liquidez para la compra de una vivienda, lo que las convierte en una opción muy preciada para dinamizar y hacer crecer al mercado inmobiliario y al sector de los bienes inmuebles. Pero es una solución que implica sus riesgos y además de ello encarece al inmueble, ya que se tienen que tomar en consideración los intereses asociados al préstamo hipotecario.
Por lo que una solución para los titulares de este tipo de créditos inmobiliarios es la de optar por las amortizaciones anticipadas de la hipoteca de vivienda, una alternativa que tiene sus pros y sus contras. Por lo que es importante conocer y analizar los factores claves a tener en plena consideración al momento de elegir la reducción de la deuda hipotecaria a través de una amortización.
La amortización anticipada de una hipoteca de vivienda
Cada vez que un titular de hipoteca paga su renta mensual está en efecto realizando una amortización programada del crédito hipotecario, este mecanismo durará hasta que el crédito se salde en su totalidad. Pero también existe la amortización anticipada, que consiste en adelantar una parte o la totalidad de la deuda, con la intención de disminuir la deuda o de cancelar completamente el crédito.
Cuando la amortización es parcial, la deuda se sigue manteniendo, pero con una menor cuantía, lo que representa a fines prácticos que cada mes el deudor pagara una cuota más baja de la hipoteca. Claro está, manteniendo el plazo de amortización planificado para dicho crédito, o en su defecto, una reducción en el número de años de la deuda.
El momento óptimo para amortizar una hipoteca de vivienda
Decidir cuándo hacer la amortización de la hipoteca es otra cuestión de interés, pero la recomendación de los expertos es la de hacerlo cuando el deudor disponga de una cantidad importante de dinero ahorrado (que no vaya a necesitar). O en su defecto, que el titular de la hipoteca disponga de un ingreso extraordinario que no estaba calculado en el presupuesto y en la planificación (una herencia o un premio).
Amortizar la hipoteca, ¿al principio o al final?
El sector hipotecario español está regido por el sistema de amortización francés, esto quiere decir que durante los primeros años se pagará un mayor porcentaje de intereses, mientras que hacia el final del crédito, la proporción mayor será la relacionada con el capital. Lo que simplemente indica que mientras antes se desarrolle una amortización anticipada de la hipoteca, mejor será, porque a la larga se pagarán menos intereses.
Amortizar la hipoteca ¿antes o después de la revisión de la cuota?
Cuando se decide llevar a cabo la amortización anticipada de la hipoteca, hay que reconocer la importancia de que las hipotecas variables y mixtas tienen revisiones de sus cuotas con una periodicidad semestral o anual. Encontrando los expertos que no existe un patrón que indique que no es ni mejor ni peor amortizar la hipoteca antes o después de dicha revisión de la cuota de la hipoteca.
Pero es relevante reconocer que si se amortiza antes de la revisión de la cuota hipotecaria se pagará una cuota menor cada mes, pero con la atenuante de amortizar menos cantidad de capital. Ahora bien, cuando la amortización se hace después de la revisión de la cuota hipotecaria, se estará pagando una mayor cuota, pero se amortizará un mayor capital.
El dilema de amortizar, ahorrar o invertir
Verificar si existen otras alternativas para el dinero que se utilizará en la amortización es un tema de máxima importancia, ya que es posible invertir este dinero y generar una rentabilidad que sea mayor a los intereses de la hipoteca. Pero recordando que siempre existirá la real posibilidad de que el dinero se reduzca, debido a los naturales riesgos que acompañan a toda inversión de dinero.
Recuerda que la amortización anticipada también debe mirarse como una manera eficiente de ahorrar, ya que es posible reducir las cuotas, la duración del préstamo y por consiguiente el pago de los intereses. Simplemente, el titular de la hipoteca tendrá que analizar detalladamente si vale la pena esta amortización, pero descapitalizándose y perdiendo la capacidad de maniobra económica ante cualquier imprevisto.