La incapacidad permanente se trata de una prestación de la Seguridad Social que se concede a aquellos trabajadores que, debido a una enfermedad o accidente, no pueden trabajar y necesitan una ayuda económica para vivir. Sin embargo, la incapacidad permanente no es definitiva, sino que puede ser objeto de revisión periódica por parte de un tribunal médico. Si en esta revisión se detecta una mejoría en el estado del trabajador, se puede modificar o extinguir la pensión por incapacidad.
En este artículo vamos a explicar qué otras ayudas pueden solicitar los trabajadores que pierden su pensión por incapacidad permanente, ya sea porque se les declara plenamente capaces o porque se les reduce el grado de incapacidad. Estas ayudas son gestionadas por el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) y el Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso), y tienen unos requisitos y unas cuantías específicas. Si eres uno de estos trabajadores o conoces a alguien en esta situación, sigue leyendo.
Ayudas del SEPE para personas que pierden la incapacidad permanente
El SEPE ofrece diversas opciones para aquellos que pierden la incapacidad permanente. Una de ellas es la prestación por desempleo. Si has trabajado en los últimos años, es posible que tengas derecho a esta ayuda. Además, el SEPE también ofrece cursos de formación y orientación laboral para ayudarte a encontrar un nuevo trabajo.
Otra ayuda que ofrece el SEPE es el subsidio por revisión de la incapacidad permanente, una ayuda asistencial que ofrece el SEPE a los trabajadores que pierden su pensión por incapacidad permanente y se encuentran en situación de desempleo. Esta ayuda tiene una duración máxima de 18 meses, que se pueden prorrogar por periodos de seis meses. La cuantía de esta ayuda es del 80% del IPREM, es decir, 451,92 euros mensuales.
Para acceder a esta ayuda, los trabajadores deben cumplir una serie de requisitos como estar en situación de desempleo e inscritos como demandantes de empleo durante al menos un mes desde que se les declara aptos o se les reduce el grado de incapacidad. Además, deben comprometerse a buscar activamente empleo y a participar en acciones formativas o de orientación laboral, y no deben tener ingresos propios que superen el 75% del SMI, sin contar las pagas extraordinarias (712,50 euros mensuales en 2023).
La pensión no contributiva de invalidez: una ayuda del Imserso
El Imserso otorga una prestación económica a las personas que tienen una discapacidad igual o superior al 65% y que no tienen recursos suficientes para vivir. Esta prestación se llama pensión no contributiva de invalidez y se paga en 14 mensualidades al año, con un importe total de 5.811,40 euros en 2023. Este importe se puede aumentar en un 50% si la persona necesita la ayuda de otra para hacer las actividades básicas de la vida diaria.
Para acceder a esta prestación, las personas deben cumplir una serie de requisitos:
- Deben tener entre 18 y 65 años cumplidos y haber residido legalmente en España durante al menos cinco años, de los cuales dos deben ser inmediatamente anteriores a la solicitud.
- Deben tener reconocido un grado de discapacidad igual o superior al 65% por la comunidad autónoma correspondiente.
- No deben tener ingresos propios ni rentas de la unidad de convivencia que superen unos límites establecidos, que pueden variar según el número de miembros y las circunstancias personales y familiares.
- No deben tener derecho a ninguna otra pensión o prestación pública, salvo que sean compatibles con la pensión no contributiva de invalidez.
Como hemos visto, los trabajadores que pierden su pensión por incapacidad permanente tienen otras opciones para obtener unos ingresos mínimos que les permitan vivir dignamente. Estas opciones son el subsidio por revisión de la incapacidad permanente, que ofrece el SEPE, y la pensión no contributiva de invalidez, que ofrece el Imserso. Solo tienes que informarte y solicitar la ayuda que mejor se adapte a tus necesidades.