Las hipotecas de vivienda se mantienen como uno de los instrumentos financieros a través de los cuales lograr financiamiento y liquidez monetaria para alcanzar el objetivo de comprar vivienda propia. Pero es un recurso que está repleto de muchas aristas que bien vale la pena conocer para actuar en concordancia al momento de requerirlo y siempre estar apegado a la legislación hipotecaria y de vivienda vigente.
La estabilidad económica es un tema que en muchas oportunidades no puede controlarse al 100% y es muy común que las personas se encuentren en una situación de precariedad o en la búsqueda de ayuda económica para enfrentar la cuota de la hipoteca de vivienda. Ante una situación de este tipo es relevante la carencia de la hipoteca, un recurso que los hipotecados pueden solicitar a la institución financiera ante una eventual emergencia económica.
La carencia de la hipoteca de vivienda
Los bancos por regla general estudian el perfil económico y laboral del solicitante de la hipoteca, con la finalidad de evitar al máximo la posibilidad de impagos y para asegurarse que el interesado puede hacer frente a las cuotas mensuales de la renta hipotecaria. Una solución perfecta para disminuir la incidencia de posibles problemas con los clientes y para asegurar que la continuidad de los pagos de las rentas se mantenga sin problemas.
Pero en muchas oportunidades las estadísticas no son precisas y la vida está llena de sorpresas, las cuales pueden hacer que el hipotecado entre en bancarrota o que se vea imposibilitado económicamente para cubrir la totalidad de la renta mensual. Aquí entra en juego la carencia hipoteca, como un recurso que permite un excelente respiro económico para el hipotecado ante la imposibilidad de hacer frente al pago de la renta del préstamo hipotecario del inmueble.
Imposibilidad de pagar la hipoteca de vivienda
Para todos aquellos propietarios de viviendas hipotecadas que se encuentren bajo un apuro económico existe una salvación y es la posibilidad de solicitar al banco una carencia hipoteca. Un recurso que no es más que un periodo de tiempo especialmente destinado a pagar menos cantidad de renta de la hipoteca. Tras su solicitud es posible llegar a un par de acuerdos relativos a la carencia:
La carencia total de la hipoteca
En la cual la entidad bancaria es capaz de permitir que durante un determinado lapso de tiempo el hipotecado no pague ni los intereses ni el capital del préstamo. Este es el único caso en el cual se dejara de pagar el interés correspondiente a la hipoteca de la vivienda, por un tiempo establecido y acordado entre las partes involucradas.
La carencia parcial de la hipoteca
En este caso se llegará a un acuerdo entre el hipotecado y el banco prestamista para no pagar el capital relativo a la hipoteca de vivienda, pero sí se tendrán que honrar los intereses producidos por el préstamo. Es uno de los casos más comunes cuando de carencia de hipoteca se trata, ya que el banco seguirá percibiendo pagos, aunque evidentemente estos serán de una menor cuantía. Pero recordando que la entidad no está perdonando las cuotas, solo las está aplazando.
La solicitud de la carencia de hipoteca
Es importante reconocer que ninguna de estas acciones es gratis e implican consecuencias, ya que el plazo de la devolución habrá aumentado, así mismo los gastos de la carencia hipotecaria, ya que tendrás que llevar a cabo una renegociación de las condiciones de la hipoteca con el banco y por supuesto incurrir en la ampliación del préstamo.
Existen hipotecas en las que se incluye una carencia inicial, estas por regla general van perfectamente dirigidas a las hipotecas autopromotor. Su relevancia es poca, porque generalmente estas hipotecas son poco comunes y además de ello están acompañadas de condiciones mucho más estrictas, comisiones más elevadas e intereses más altos.
Conseguir una hipoteca es una situación que no debe tomarse a la ligera, ya que implica una gran cantidad de compromisos legales, tanto a largo como a corto plazo. De allí que las personas tendrán que pensar muy bien y calcular perfectamente las posibilidades de no incurrir en impagos en un futuro. Ya que aunque existe esta solución bancaria, hay que reconocer que las condiciones se endurecerán para todo aquel que solicite el recurso de la carencia de hipoteca.