La mejor manera de lidiar con el daño solar es no recibirlo en primer lugar. Y para evitar el daño de los rayos UV, alentamos a las personas a que practiquen un cuidado solar inteligente , que no solo implica usar protector solar, sino también utilizar accesorios y evitar las horas pico cuando sea posible. Porque, en última instancia, la luz del sol es vital para nuestra salud en general, por lo que es importante que descubramos cómo disfrutarla de manera responsable.
Una forma de reforzar tu protección solar es utilizar antioxidantes que puedan frenar los radicales libres inducidos por los rayos UV, lo que en última instancia significa menos degradación del colágeno, problemas de pigmentación y daño celular.
Tres antioxidantes para probar su cuidado antes y después del sol
«Si bien no está clasificado como SPF, aumenta un poco la resistencia de la piel al sol y es una excelente opción como capa base antes del protector solar», dice la dermatóloga certificada por la junta Rebecca Marcus, MD, sobre la reparación de la piel del daño solar. El uso de tópicos ricos en antioxidantes después del sol también puede ayudar a contrarrestar y reparar el fotoenvejecimiento.
Aceite de semilla de cártamo
El aceite de semilla de cártamo es un aceite botánico rico en ácidos grasos esenciales y antioxidantes, incluido un flavonoide muy especial llamado acacetina. Un estudio de 2020 encontró que el aceite de semilla de cártamo y este compuesto pueden reducir el daño causado por la exposición a los rayos UVB , deteniendo específicamente el daño al colágeno.
Actúa bloqueando una enzima llamada colagenasa-1, que es responsable de la pérdida de colágeno. El colágeno, tal vez lo sepa, es la principal proteína estructural de la piel. Es lo que mantiene la piel firme, tersa y juvenil. Con su pérdida, viene la flacidez, las líneas finas y las arrugas. El daño solar es en realidad la causa número uno del envejecimiento prematuro y representa hasta el 80% del envejecimiento visible.
Vitamina E y C
Este es un combo clásico para el cuidado de la piel por una razón. No solo brindan una excelente protección contra los radicales libres, sino que también son partes vitales del proceso de síntesis de colágeno. La vitamina C tiene la capacidad de «activar» la capacidad de producción de colágeno de su cuerpo a través de los fibroblastos, y la vitamina E ayuda a la C recargándola. (Son vitaminas sinérgicas que trabajan juntas para ser más efectivas).
También se han estudiado junto con los protectores solares y se ha descubierto que son excelentes adiciones a las fórmulas SPF 2 . Los antioxidantes pueden reforzar los beneficios protectores del protector solar.
CoQ10
La coenzima Q10 es un antioxidante que su cuerpo produce naturalmente. Sin embargo, con la edad hace cada vez menos. Es un antioxidante muy importante porque tiene varias funciones en el organismo. De hecho, nuestras células necesitan CoQ10 para producir energía, ya que se usa en las mitocondrias, o el «centro de energía» de la célula.
Al igual que otros antioxidantes, neutraliza los radicales libres, pero también protege contra la peroxidación lipídica, un proceso por el cual los radicales libres dañan las membranas celulares de la piel. Para colmo, la CoQ10 protege las membranas de las mitocondrias y regenera otros antioxidantes, como las vitaminas C y E, que son igual de importantes para una piel sana, como discutimos anteriormente.
Obtener sol es vital para nuestra salud en general. Es por eso que priorizamos encontrar formas de hacerlo de manera responsable y cuidar la piel en el proceso. El uso de antioxidantes como los anteriores puede ayudar a reforzar la protección solar y ayudar a que su piel se recupere y rejuvenezca después del hecho.