Seguramente habrás oído hablar de las subastas públicas y las posibilidades que esta opción ofrece a los interesados en comprar una vivienda, y es que se trata de un proceso a través del cual se desarrolla una venta de un inmueble en el cual los compradores compiten entre sí por el mejor precio a través de ofertas en público. Una modalidad que puede llevarse a cabo de forma remota a través de internet o en forma presencial y admite a cualquier persona interesada en participar.
Por regla general, las subastas públicas de vivienda comienzan con un precio base, el cual es llamado precio de reserva y que delimita el precio mínimo que el vendedor está dispuesto a aceptar por la propiedad. Por su parte, los interesados realizan ofertas públicas con incrementos sostenidos para ganar la oferta y lograr que el subastador acepte la oferta más alta ofrecida como la ganadora y la cual será la que se quedará con la propiedad del bien ofrecido.
La participación en las subastas públicas de vivienda
En las subastas públicas puede participar cualquier persona que tenga capacidad y quiera hacerlo y que no tenga ningún tipo de restricción o de impedimento legal, de allí que por regla general está prohibida la participación del personal o de los funcionarios que tienen relación directa con la subasta propiamente dicha o con los expedientes relacionados con la subasta pública.
Es importante aclarar que es posible que en toda subasta pública de bienes inmuebles la participación pueda llevarse a cabo, ya sea en nombre propio o en representación de otra persona (un tercero), siempre y cuando se mantenga la legalidad relacionada con los respectivos asuntos legales y los correspondientes poderes necesarios.
Las subastas públicas de viviendas y su funcionamiento
Todas las subastas públicas están regidas por un proceso riguroso, el cual es el pleno encargado de regularlas según la normativa legal establecida. Pero a rasgos generales, el proceso de una subasta pública está formalizado por una serie de pasos o normas que deben respetarse y que inician con el necesario registro de la subasta en el portal público de subastas.
Es primordial asegurarse que se cumplen con los respetivos y obligatorios requisitos para lograr la participación en la subasta, las personas podrán hacer sus pujas en aquellas subastas abiertas, las cuales por regla general mantienen una vigencia de 20 días de plazo. La liquidez del participante es un punto a tener en plena consideración, ya que se requiere de un depósito del 5% del precio de salida de la subasta.
En caso de resultar ganador, gracias a ser el mejor postor, deberás abonar el total del precio de la propiedad subastada y para ello existe un periodo de tiempo determinado. Además de hacerte cargo con los impuestos correspondientes relacionados con la compra de la propiedad y el respectivo trámite de los documentos de la vivienda o del inmueble.
¿Quiénes celebran subastas públicas de viviendas?
Los organismos que llevan a cabo subastas públicas son variados, pero dentro de los principales se encuentran los juzgados, Hacienda a través de la Agencia Tributaria A.E.A.T, la Seguridad Social y en general todos los Ayuntamientos y Diputaciones Provinciales, quienes tienen plena potestad de lanzar subastas públicas que involucran a bienes inmuebles, propiedades, viviendas y además de ello incontables servicios.
Una opción apetecible para comprar vivienda a buen precio
Aunque las subastas públicas de vivienda son perfectas para atraer una gran cantidad de interesados, es importante recalcar que en muchos casos es posible lograr excelentes precios y estos en definitiva estarán anclados a la cantidad de personas involucradas en la subasta y al interés que ellas demuestren hacia la vivienda o inmueble. Logrando obtener precios muy llamativos para los presupuestos de las personas y mantenerse como una de las oportunidades preferidas para alcanzar el sueño de tener vivienda propia a un precio que pueda permitirse.