Año nuevo, vida nueva. En muchas ocasiones, este tópico no suele cumplirse llegado el uno de enero y este año puede que no sea distinto, no sé, habrá que esperar. Lo que sí es cierto es que ha llegado acompañado del frío y parece que va a ser un invierno muy duro. Varios han sido los motivos que me han llevado a certificar que el frío está golpeando con fuerza: he retornado a los pijamas de franela, vestido la cama con el nórdico de plumón, las mantas están de nuevo sobre el sofá y, sobre todo, que los radiadores han vuelto a funcionar a toda máquina.
Un par de aclaraciones sobre los radiadores de mi casa: es uno de los aparatos por el que más aprecio siento ya que me protegen del frío invierno, pero odio contemplar lo feos y viejos que son. Hoy me he quedado observando durante cinco minutos los que tengo en el salón y casi me echo a llorar. “Jezabel. Ya es hora de cambiar los radiadores; son horrorosos”, le he dicho a mi mujer. “¡Estás loco! ¿Acaso sabes el dinero que cuesta cambiarlos? La solución es comprar cubreradiadores”, ha contestado mi esposa.
¿Vosotros sabíais que existían los cubreradiadores? Pues yo no. Así que recurrí a mi gran aliado el portátil y me adentré en esa selva enorme que es Internet. Descubrí una página muy interesante: Emoble.es, con toda la información que disponen pude darme cuenta de que son un gran invento y que sirven perfectamente para camuflar nuestros radiadores viejos y antiestéticos. Pero está no es la única ventaja de los cubreradiadores…
- Una de sus grandes cualidades, y también la más importante, es que reducen los riesgos de accidentes y quemaduras con los radiadores, sobre todo para protección de los más pequeños de la casa.
- Se trata de muebles auxiliares que son muy adaptables ya que se realizan a medida, ofreciéndote la posibilidad de que encajen en cualquier lugar donde tengas ubicado el radiador.
- Encajan magníficamente con cualquier tipo de decoración que tengamos en nuestro hogar, ya que en el mercado existen múltiples y variados modelos que se adecuarán a la perfección con el estilo de tu casa.
- Estéticamente, puedes aprovechar el cubreradiador de muchas maneras: colocando encima de él desde libros, hasta fotos, además de pequeños enseres como jarrones, guardallaves, macetas… Incluso existen modelos en el mercado que hacen la función de pequeña mesa auxiliar.
- También se les puede añadir complementos en la parte superior como tapas o cajones; de esta manera conseguirás adaptar el cubreradiador a la decoración de tu hogar.
- Se pueden realizar en varios tipos de materiales como la madera, plafones de fibra, que vayan lacados, con el frontal tipo “tela de saco” o con láminas de aluminio e incluso se pueden crear en piedra artificial.
Lo cierto es que a mí los cubreradiadores me han convencido de pleno. Es la mejor opción si estás harto y quieres dejar de ver en tu casa los radiadores viejos y feos. Sin lugar a dudas la inversión de este año para nuestra vivienda serán los cubreradiadores. Ahora me tocará luchar con Jezabel y mis hijas para ver qué modelos son los que elegimos. ¿Cuánto apostáis a que salgo perdiendo?
En vuestro caso siempre existe la posibilidad de que visitéis en la Red páginas especializadas como Cubreradiadoresmobleku.es, que disponen de un catálogo con multitud de modelos y estilos y en el que seguro que encontráis el que mejor se adapte a vuestras necesidades y gustos.