Los errores a lo largo de la vida deben verse y analizarse como un proceso normal del aprendizaje, pero cuando se trata de una inversión, cualquier error puede significar la perdida de grandes cantidades de dinero para el inversionista y para el comprador común. Las inversiones en el sector vivienda están en pleno auge gracias a su elevada rentabilidad ofrecida y a la altísima estabilidad que son capaces de ofrecer, pero están atadas a los comunes errores de toda inversión.
Sin embargo, es posible evitar la gran mayoría de estas equivocaciones, tomando nota de las experiencias ajenas e indagando para adquirir los necesarios conocimientos sobre el mercado de la vivienda y el sector de las propiedades inmobiliarias y con ello conseguir minimizar la incidencia de estos nefastos errores. Tomando además las decisiones más acertadas, como una recomendación que funciona para las inversiones y para cualquier etapa de la vida en general.
Los errores más comunes al invertir en vivienda
Por tal motivo, es preciso el correcto análisis de los errores más comunes que pueden suscitarse en una inversión inmobiliaria y las mejores estrategias a desplegar para evitarlos. Uno de ellos es el de invertir una cantidad de dinero superior a la que se debería. Esta cantidad, si bien es cierto, dependerá de cada persona y al riesgo que esté dispuesta a tomar, pero siempre partiendo del principio de que la inversión se realice con un dinero que no se necesite en el corto plazo.
El estado financiero personal debe ser conocido a la perfección y además de ello mantener la prudencia de permitirse dejar un remanente para cualquier imprevisto a corto plazo y para los gastos tradicionales y frecuentes. Esto genera un colchón de tranquilidad al disponer de cierta cantidad de ahorro para hacer frente a cualquier necesidad de dinero.
Reconocer el riesgo de endeudarse al invertir en vivienda
Las deudas forman parte de los riesgos más comunes en una inversión de un inmueble, y es que una inversión tiene que ser vista desde el punto de vista de multiplicar los ahorros, por lo que lanzarse contra una deuda bancaria implica asumir un elevado riesgo. Además de mantener el criterio de que la inversión vaya de maravillas para lograr asumir los compromisos de satisfacer la deuda contraída.
Solicitar una hipoteca o un préstamo para la compra de una vivienda que se rentabilizará a través del alquiler o de la posterior venta requiere de un perfecto análisis de que todo saldrá bien, porque en caso contrario la perdida de dinero sería notoria y además de ello se tendría que asumir una deuda que no existía. Lo que indica que es mejor asumir el riesgo con capital propio o en su defecto estar muy seguros de que la inversión será exitosa.
Obviar el estudio de mercado
El conocimiento preciso sobre la situación del mercado inmobiliario de la zona es fundamental al momento de la compra de una propiedad, esto incluye un análisis del entorno y verificar si es una ciudad en franco crecimiento o la real capacidad de rotación de inquilinos. Además, se tienen que conocer los precios de los alquileres y el real volumen de las ventas de viviendas, como indicadores que determinarán las reales posibilidades de éxito al momento de invertir.
Conocer nuestro personal perfil de riesgo
Al momento de toda inversión es normal que el asesor realice un test que determinará el perfil de riesgo personal que todo inversor ostenta, pero también es posible analizarlo por nuestros propios medios, ya que se trata de conocer la cantidad de dinero disponible para invertir, así como la rentabilidad que pensamos conseguir y el máximo de pérdidas que el inversor se podría permitir para lograr finalmente conseguir la buscada rentabilidad de la inversión.
Asumir riesgos catalogados como innecesarios
Uno de los riesgos de mayor incidencia en las inversiones de vivienda se trata de asumir riesgos que puedan evitarse, es decir, riesgos catalogados como innecesarios. Un ejemplo común es el de invertir en una zona que mantenga una previsión de crecimiento y que este crecimiento nunca se logre dar. Además, es importante reconocer que las inversiones inmobiliarias representan una de las más estables, por lo que los rendimientos son constantes, pero no exorbitantes.
No mantener una buena dosis de paciencia
El mundo de la inversión tiene a la paciencia como una de sus grandes aliadas, por lo que carecer de ella es uno de los más grandes errores al momento de llevar a cabo una inversión inmobiliaria. Esta paciencia es necesaria para inversiones en fondos, bienes físicos o en acciones de inmuebles. Por regla general, las amortizaciones y la rentabilidad de una inversión inmobiliaria de alquiler requieren de años de paciencia para ver de vuelta el capital y las respectivas ganancias.