El alquiler de la vivienda en España mantiene un importante auge y se perfila como una de las inversiones que mayor rentabilidad ofrece, lo que ha generado un importante incremento en este tipo de inversión inmobiliaria. Pero es una actividad que evidentemente no está exenta de riesgos y gracias a este auge también se han incrementado las estafas para los actuales dueños, futuros propietarios y para los inquilinos.
Conocer y estar al tanto de las estafas inmobiliarias más comunes es una manera eficiente de conseguir la necesaria protección ante personas inescrupulosas que tienden a querer aprovecharse de inquilinos y propietarios de viviendas. Evitarlas es el fin supremo de arrendadores y arrendatarios de pisos y así lograr un alquiler de vivienda seguro, confiable y rentable; para seguir incentivando el crecimiento de este importante sector económico español.
Las estafas más comunes en el alquiler de vivienda
Al ser una fuente importante de ingresos, los alquileres son propicios para que las personas quieran aprovecharse para estafar tanto a los inquilinos como a los propietarios, por lo que la recomendación de los expertos es la de estar alertas ante cualquier eventualidad que pueda perfilarse como un timo y mantener la prevención como una de las mejores armas contra este flagelo.
Pero una de las mejores soluciones es la prevención al momento de pensar en una inversión en el sector de la vivienda y conocer al detalle cada una de las estafas inmobiliarias más comunes que existen en la actualidad. Una preparación que es ideal para establecer un criterio que permita disminuir los riesgos de timos, fraudes y estafas relacionadas con la vivienda.
Fraudes inmobiliarios al alquilar una vivienda
La estafa de identidad es uno de los fraudes más frecuentes en España, bajo esta modalidad los estafadores toman el lugar de los propietarios o de las agencias inmobiliarias y mantienen publicaciones falsas sobre viviendas (bajo la modalidad online). Solicitando información personal y depósitos por adelantado y nunca dando acceso al piso. Es importante verificar la autenticidad del anunciante y evitar compartir información personal con cualquier publicista.
El Phishing inmobiliario es un timo muy parecido a la estafa de identidad, en esta oportunidad los estafadores utilizan el método de solicitar y obtener información personal a través de llamadas y correos electrónicos. De allí que sea de suma importancia que cualquier interesado en una vivienda verifique la identidad de los posibles propietarios de la vivienda y nunca compartir información sensible.
La solicitud de pago por adelantado
al igual que la propiedad inexistente, es una de las modalidades en la cual los timadores publican viviendas inexistentes, exigiendo un depósito por adelantado para reservar la operación, la cual puede ser de compraventa o de alquiler. Es importante que cualquier interesado disponga de una cuenta que funcione como un depósito de garantía para protección del capital, mientras se completa todo el proceso.
La inversión fraudulenta de vivienda
Siempre han existido proyectos de inversión fraudulentos en los cuales se prometen oportunidades de inversión muy llamativas y que acaban resultando en falsos proyectos. Es recomendable verificar la correcta reputación de cualquier promotor de inversiones inmobiliarias y estar atentos a la modalidad de estafa con las viviendas en el extranjero, donde es mucho más complicada la respectiva verificación de la autenticidad de la información.
El subarriendo ilegal de la vivienda
Una estafa que también goza de estar entre las más comunes, aquí los inquilinos se convierten en timadores, ya que subarriendan el piso en alquiler sin los requeridos permisos del propietario. Además de cobrar un precio más elevado por el arriendo y de no ofrecer las necesarias garantías legales que todo propietario de vivienda tiene que entregar a los inquilinos.
Un problema de vivienda que afectan a todos
Las estafas inmobiliarias son capaces de afectar a toda la población, porque se trata de una situación que va más allá de los arrendadores y de los arrendatarios, afectando por igual a las agencias inmobiliarias legalizadas al crear desconfianza en todo el sector de la vivienda. Creando un problema que afecta a todos y reduce el crecimiento del mercado de alquiler y de compraventa de la vivienda (sobre todo al online) por culpa de la desconfianza generalizada.