Las propiedades del aloe vera o sábila son más que conocidas. Sin embargo, el gel que se vende en comercios puede resultar algo costoso para muchas personas. Una buena solución es disponer de una planta de aloe vera, de la que podremos extraer el gel de sus pencas para realizar múltiples preparaciones cosméticas y de higiene personal.
Aprende la forma correcta de extraer el gel de la planta
Cultivar una planta de aloe vera es muy sencillo, pues no precisa de demasiados cuidados. Bastará con que te asegures de mantenerla en una temperatura de entre 16 y 26 grados y regarla de vez en cuando si sientes que lo requiere.
Lo ideal es que la planta tenga entre 3 y 5 años, puesto que las hojas están mucho más maduras, contienen un mayor número de propiedades y se regeneran con más facilidad. Antes de cortar alguna hoja tienes que haberla regado 2 o 3 días antes. De este modo, el gel estará más concentrado.
Las hojas que tendremos que recolectar tendrán que ser las más grandes y las exteriores, pues son las primeras que nacieron. Realiza un corte longitudinal en la hoja escogida a ras de la tierra. En la base de la penca verás que hay una sustancia amarillenta. Se trata de la aloína, una molécula del grupo de las antraquinonas que se caracteriza por resultar tóxica. Para eliminarla, te recomendamos que sumerjas la planta durante al menos 12 horas en un vaso con agua. Después de este tiempo, lávala bien y estará lista para extraer el gel.
Ha llegado el momento de pelar la planta. Para ello, realiza dos cortes longitudinales a ambos extremos de la hoja. Luego realiza un corte por la mitad de arriba a abajo. Así podrás extraer el gel con la ayuda de una cuchara. Puedes triturarla con la ayuda de una batidora y opcionalmente colarla para extraer las semillas.
Formas de utilizar el gel de aloe vera en cosmética
Existen un montón de preparaciones que podrás realizar con tu gel de sábila casero. Podrás usarlo tanto para la piel, como para el cabello y el cuero cabelludo.
- Pieles acneicas: si sufres de acné, aplica cada noche un poco de gel de aloe vera sobre la piel limpia. Al día siguiente, enjuaga con abundante agua. Como tiene propiedades antibacterianas y cicatrizantes, te irá de maravilla.
- Hidratante natural: el aloe vera destaca por sus propiedades hidratantes. Aplica una gota de gel de aloe sobre el cutis. Puedes hacerlo a modo de sérum, justo después de tu crema hidratante.
- Calmante y cicatrizante después del afeitado: al ser un buen astringente y cicatrizante actuará sobre la piel irritada y las posibles microheridas que puedan resultar del afeitado. Te dejará la piel calmada y fresca.
- Dentífrico blanqueador y antiinflamatorio: sus propiedades antibacterianas limpiarán tu esmalte. Si sufres de gingivitis, podrás beneficiarte de los efectos antiinflamatorios del gel de sábila.
- After-sun: al ser un buen agente de regeneración celular, es idóneo para casos de quemaduras leves, incluso como calmante y regenerador de la piel tras una exposición solar.
- Antiestrías: es capaz de estimular la producción de colágeno y la elastina, con lo cual ayudará a reducir las estrías producidas durante el embarazo o tras pérdidas de peso.
- Cabello graso: aplicado en forma de masaje sobre el cuero cabelludo o como mascarilla capilar actúa como agente seborregulador, combatiendo también posibles problemas en el cuero cabelludo como caspa o dermatitis.
- Gel de definición: bastará con que lo apliques a lo largo de la hebra capilar sobre el cabello mojado, y actuará como gel de definición para cabellos rizados u ondulados.
Cómo conservar el gel de aloe vera
Debes saber que el gel de aloe vera tiende a oxidarse con mucha facilidad. Por este motivo, deberás observar el color del producto. Al igual que ocurriría una manzana, cuanto más marrón esté, más oxidado se encontrará. Para evitar la oxidación, evita que el gel tenga contacto con el aire. Es el oxígeno el que acelera el proceso de oxidación.
Cuando hayas utilizado el gel, congela el resto en cubiteras. Este truco hará que siempre dispongas de gel de aloe vera fresco. Bastará con que lo descongeles y ya estará dispuesto para tus requerimientos.
También puedes alargar un poco más su vida en la nevera añadiendo un chorrito de zumo de limón, aunque no podrás conservarlo por más de una semana.
Fuentes consultadas: Diariofemenino.com