Esta mañana, mientras disfrutaba de un café con leche bien calentito y una crujiente tostada de pan de molde, con su correspondiente margarina y mermelada de fresa, mi mujer me ha comentado, “Luisfe, queda muy poco para que llegue febrero. ¿Sabes lo que eso significa? ¡Qué se acercan los Carnavales!” (Tomar buena nota, este año comienzan el 11 de febrero) Me quedé pasmado y con el trozo de tostada pinchado en el tenedor y a pocos centímetros de mi boca. “Madre del amor hermoso, es cierto”, dije para mis adentros. “¡Y aún no hemos pensado en qué nos vamos a disfrazar!”, sentencié a mi conciencia, o a mi mujer, o a ambas, lo cierto es que no me acuerdo.
Nos encontramos con un verdadero problema: no teníamos disfraces para poder disfrutar de los carnavales de este año, ni siquiera habíamos pensado de qué nos íbamos a disfrazar. Sin más tardar, nos pusimos manos a la obra. Terminamos de desayunar y nos dedicamos en cuerpo y alma a escoger y elegir nuestra vestimenta.
¿Cómo serían los disfraces que íbamos a utilizar? Esta es la gran decisión y es realmente importante si te vuelven loco los carnavales y disfrutar plenamente de esta festividad. En nuestro caso nos divertimos como niños y nos reímos todo lo que nuestro cuerpo aguante, por eso es fundamental que nuestros disfraces sean delirantes y muy chiflados. Vamos. ¡Que nos encanta dar la nota con nuestros atuendos!
Y aquí seguimos. Después de varias horas navegando por internet y escribiendo en un cuadernito cuáles podían ser los disfraces para este año, han quedado como semifinalistas los siguientes afortunados. ¿Nos ayudáis a decidir cuál de ellos tendrán la suerte de ser la sensación de los carnavales 2018?
- Disfraz Loca de los gatos. Es el preferido de mi mujer. Sencillo y económico. Solo tienes que pedirle a tu madre que te deje una de sus batas de verano (si puede ser, la más fea que tenga), zapatos estilo monja, medias por debajo de la rodilla, gafas negras y de cristales gruesos, peluca media melena y con pelo ondulado, nada de maquillaje, bolso veraniego de los años cincuenta y ponte encima del cuerpo muchos, muchos gatos. El aspecto más importante para que este disfraz triunfe es asumir tu mejor cara de amargada y mantenerla durante todo el día. Seguro que con este disfraz triunfamos
- Disfraz Samura. La protagonista de la película Rings nos ofrece uno de los disfraces más terroríficos e impactantes que podemos encontrar. Su gran cualidad es la sencillez para crearlo, solo necesitas un camisón antiguo, roído y sucio, sobre todo sucio; una peluca negra y larga con la que tienes que echarte todo el pelo hacia delante de la cara; poco maquillaje, ya que el rostro no se te ve y mucha pintura de piel color blanco para darte por todo el cuerpo y que parezcas realmente muerta. Ten mucho cuidado, recuerda que iras ciega durante todo el día. Es mi disfraz preferido.
- Disfraz de churros. Se trata de un disfraz realmente gracioso. Muy barato y entretenido a la hora de crearlo. Coges mantel de papel liso, los tienes de distintos colores, a mí me gusta blanco o gris, y realizas un cucurucho donde meter los churros. Consigue tubos de goma espuma, los moldeas y cortas en plano para terminar cruzándolos y crear los churros. Píntalos en amarillo, creando un efecto de luces y sombras para aparentar totalmente los churros. Por último, introdúcelos dentro del cucurucho y tú entre los churros. Que no se te olvide hacerte fotos y colgarlas en las redes sociales; si no triunfas en los carnavales, seguro que lo consigues en Internet.
- Disfraz Pacman y Comecocos. Ideal para disfrutar en familia. A los niños los disfrazamos de fantasmitas y mi mujer y yo de Pacman. ¿Cómo dar la nota con estos disfraces? Muy fácil, bajamos a la calle y corremos detrás de los fantasmitas para comérnoslos y representamos los movimientos y ruidos del videojuego. Después de ese momento, seguro que los vecinos nos hacen la vida imposible.
Échales un vistazo a los disfraces que detallamos y déjanos tus comentarios para conocer cuál de ellos te parece más loco y delirante. Seguro que gracias a vosotros acertamos, provocando que en estos carnavales consigamos sacar más de una carcajada a la gente. ¡Qué lo cierto es que buena falta nos hace a todos en la sociedad en la que vivimos! Seguro que el Dios de los Carnavales nos lo agradece y nos aplaude a mano partida.