Lavarse la cara es un imprescindible, te hayas echado o no maquillaje durante el día. Ya sea que tengas una rutina de 10 pasos al día o te consideres una minimalista de belleza, limpiar tu piel es siempre el primer paso y el más importante de todos. Incluso si no usa una pizca de maquillaje ese día, ni nada, aún necesitas eliminar la suciedad, los aceites, los residuos de productos anteriores para el cuidado de la piel y los contaminantes del aire que pueden obstruir los poros, causar irritación y contener radicales libres que conducen a oxidación.
Lavarse a diario ayuda a eliminar esa acumulación, incluso si no puedes ver físicamente los desechos que corren por el desagüe. Además, las impurezas en la piel pueden evitar que los ingredientes activos penetren con respecto a una buena limpieza. Incluso los sueros y tónicos más potentes no pueden penetrar en los poros llenos de desechos; debes lavar toda la suciedad a diario.
Lavado de cara con el tónico facial hidratante de Mercadona
Ahora ya no será absolutamente necesario que realices una doble limpieza, con este súper limpiador facial bifásico innovador que proporciona esos dos pasos en un solo producto. El punto es limpiar y eliminar de manera profunda y efectiva cualquier impureza, exceso de sebo y residuos de la piel sin descamación ni irritación.
Pues, debes saber que, si olvidas lavar tu cara no solo provocarás la obstrucción de los poros y el envejecimiento acelerado de la piel, sino que sus sueros y cremas posteriores no podrán hacer su trabajo. Usar un limpiador decapante tampoco es la solución, pues algunos limpiadores contienen una gran cantidad de ingredientes decapantes, incluidos sulfatos, así como irritantes, como parabenos y fragancias.
Simplemente enjabónate la piel, masajea la fórmula en tu cara el tiempo suficiente para disolver el SPF, el maquillaje y la suciedad en general. Y si tiene un limpiador activo, es posible que deba dejar el pegote por más tiempo, pero hablaremos de eso más adelante.
Ignorar tu tipo de piel: No todos los lavados de cara son iguales. Alguien con piel grasa puede querer un limpiador purificador, mientras que a los tipos de piel más seca les puede ir bien con un lavado suave y lechoso. Determinar tu tipo de piel es el primer paso para encontrar tu línea de productos perfecta.
Exfoliación excesiva: es muy fácil exfoliar en exceso, especialmente durante el paso de limpieza. Si planeas exfoliarte más adelante en tu rutina, revisa la etiqueta de tu lavado de cara para asegurarte de que no contenga ácidos.
¡Te sorprendería la cantidad de fórmulas que incorporan AHA y BHA en la mezcla! Usar agua demasiado caliente: el agua caliente tiene la capacidad de eliminar los aceites y lípidos protectores naturales de la piel. Los derms recomiendan lavarse la cara con agua fría o tibia para evitar comprometer esa preciosa barrera lipídica. La doble limpieza no es necesaria, pero si quieres, es un método de cuidado de la piel de K-beauty, en el que primero se limpia la cara con un limpiador de aceite, seguido de un lavado de cara a base de agua.
Ese primer paso derrite fácilmente el maquillaje y el protector solar, que a menudo son a base de aceite, y disuelve el exceso de aceite en la piel (ya que me gusta me gusta). El maquillaje y el SPF suelen ser productos pesados a base de aceite, por lo que es fácil que los limpiadores a base de aceite los descompongan, ya que la estructura molecular es similar. Por último, finaliz con una espuma suave o un limpiador lechoso a base de agua, proporciona una limpieza más profunda y elimina cualquier residuo de producto persistente.