Los estilistas del mundo de la moda nos lo han repetido miles de veces: hay prendas que nunca pasan de moda y forman parte de cualquier armario. Un little black dress, una blusa blanca, un vaquero pitillo o un blazer negro. Prendas imprescindibles que pueden salvar cualquier look, pero eso se llaman fondo de armario.
¿Sabes que esta idea también funciona con tus productos de cosmética? Pues sí: no necesitas una rutina eterna con miles de pasos para conseguir que tu piel esté bonita, sana e hidratada. Con los cosméticos adecuados de cuidado facial puedes montarte tu fondo de neceser y mantener una piel radiante durante todo el año.
Fondo de neceser: los productos que no pueden faltar en tu tocador
Para mantener la belleza de la piel dos palabras son clave: limpieza e hidratación. Una piel limpia absorbe perfectamente los principios activos de la rutina de cuidado facial. Pero solo si la piel está bien hidratada estará más rellena, jugosa y mantendrá a raya las arrugas durante más tiempo.
Por último, no debemos olvidarnos de la protección: si la piel no está protegida una vez estamos al aire libre, será mucho más vulnerable a los posibles daños provocados por los agentes externos, sobre todo la radiación solar. Pero también la contaminación, la suciedad ambiental o la polución.
Qué productos de cosmética necesitas en tu tocador
Ahora que ya sabes qué limpieza, hidratación y protección son los pilares de tu cuidado facial básico, a continuación, te revelamos qué productos de cosmética deben formar parte de tu tocador esencial: gracias a ellos lograrás mantener la belleza de tu piel, pero también sus funciones y su salud.
Limpiador facial
El limpiador facial es básico para eliminar la suciedad e impurezas que pueden acumularse durante el día en la superficie de la piel. Y sí, si no te maquillas, también tienes que limpiar tu piel: no se trata solo de eliminar el maquillaje, sino también la suciedad que no se ve, pero puede agredir tu piel.
A la hora de elegir tu limpiador facial ideal, puedes abrumarte con la infinidad de texturas, ingredientes y acciones que puedes encontrar en el mercado de cosmética. Un truco para elegir el mejor para ti es adaptar la textura a tu tipo de piel. Por ejemplo, si tu piel es grasa, te será más cómodo y fresco un limpiador en espuma o en gel, que se aclare con agua y aporte equilibrio a tu piel, a la vez que te ayude a regular el exceso de sebo.
Pero, si tu piel es seca o sensible, puede ser que se irrite fácilmente con el contacto con el agua. En estos casos, las texturas en leche, bálsamo o aceite son más adecuadas. Si buscas una limpieza perfecta, nosotras te recomendamos combinar ambas texturas, a través de la doble limpieza.
Para empezar, usa el limpiador en bálsamo, cuya textura más grasa será capaz de atrapar cualquier tipo de resto y suciedad, así como también el protector solar. Finalmente, aplica un limpiador al agua que elimine los posibles restos de maquillaje, suciedad o impurezas que hayan podido quedar en la piel.
Crema hidratante
Después de la limpieza, la hidratación es básica para recuperar el pH de la piel (sobre todo si limpias tu piel con fórmulas al agua, que pueden alterarlo). A través de la crema hidratante también se aportará a la piel la cantidad de humedad necesaria para mantenerse en perfectas condiciones.
Elige tu crema hidratante perfecta también según tu tipo de piel. Por norma general, las fórmulas en gel o sorbete son más cómodas para las pieles grasas, ya que no aportan pesadez ni residuo. Las más untuosas son más cómodas para las secas, ya que les dan un plus de confort.
Con la edad, asegúrate de que tu crema hidratante también incluye, además de agentes humectantes, principios activos preventivos de los signos de la edad, entre los que destacan el retinol, el ácido hialurónico, el colágeno o las ceramidas.
Es importante que elijas estos activos según los signos que ya presente tu piel y los resultados que quieras conseguir. Por ejemplo, una fórmula con retinol en caso de que tu piel presente arrugas marcadas y busques difuminar su profundidad.
Protector solar
Nunca nos cansaremos de insistir sobre la importancia de usar protector solar a diario: el mejor gesto antiedad que puedes hacer por tu piel. Pero también por su salud.
El sol es el primer responsable del fotoenvejecimiento. Así que proteger tu proteger tu piel a diario de su radiación evitará la aparición de arrugas y líneas de expresión. Pero también la sequedad, la deshidratación y el tono apagado.
Lo mejor es elegir una fórmula ligera, que no deje residuo y que te sea cómoda de aplicar cada día. Asegúrate que incluye factor de protección alto (50) o muy alto (50+) y, como vas a usarla en el rostro, sea apta también para el contorno de los ojos. De este modo, prevendrás también la formación de arruguitas en la zona y las temidas patas de gallo.
Agua o bruma facial
Puede que te sorprenda ver el agua facial como un básico de tu neceser beauty. Pero este producto de cuidado facial es más versátil de lo que crees. Durante el día, con unas pocas vaporizaciones, puede recuperar la piel deshidratada, así como evitar picores, irritaciones o rojeces.
¿Cómo elegir tu fondo de neceser?
Ahora ya sabes de la importancia de tener un fondo de neceser de cuidado facial durante todo el año. Pero, ¿cómo elegir los productos que lo conformen, entre miles de marcas y texturas? Pues, además de seguir nuestras recomendaciones anteriores y tener en cuenta tu tipo de piel, también es fundamental preguntar a tu centro de belleza o dermatólogo sobre un diagnóstico de piel personalizado.
Estos profesionales verán al momento las necesidades de tu piel y te recomendarán qué cosméticos no pueden faltar en tu neceser. Pero también qué rutina de cuidado facial seguir para lucir una piel bonita y (siempre) saludable.