Marie Kondo en la actualidad es la máxima exponente en lo referente al orden y a la limpieza de los hogares, con sus hábitos plasmados en el método KonMari y con secretos ancestrales de la cultura oriental. Un métodoque se mantiene actualmente como el más famoso del mundo y el más aceptado por las personas para mantener la casa en perfecto orden y con altas dosis de sustentabilidad, sostenibilidad y creación de alegría.
Pero evidentemente el de Marie Kondo no es el único método eficiente que se le atribuye a los orientales y es que además del KonMari existe uno llamado “El minuto de oro”, el cual también permite ser adoptado a diversos ámbitos de la vida y por supuesto con la necesaria flexibilidad para generar orden y limpieza en el hogar, con una regla basada en las costumbres japonesas de limpieza y de orden posteriores a la II Guerra Mundial.
Marie Kondo: Ordenar con la constancia de un minuto
Un método que tiene una conexión directa con el método Kaizen, el cual mantiene un origen plenamente en la mentalidad productiva y empresarial del propio japonés, y gracias al cual logró levantarse como país tras la postguerra mundial. Lo que comúnmente se llama “El milagro japonés” con el cual este país se recuperó de las cenizas con una rapidez increíble, a base de esfuerzo, dedicación y sobre todo orden.
El método en sí está perfectamente dirigido a las personas y resalta el esfuerzo cotidiano y diario que se debe realizar en fin de conseguir un resultado u objetivo deseado. Resaltando por sobre todas las cosas la importancia que tienen los diferentes procesos, los cuales tienen que mejorarse al extremo, para que logren la producción de resultados finales ampliamente satisfactorios y uno de estos procesos es la regla de oro o el minuto de oro.
Así funciona la regla del minuto de oro según Marie Kondo
La aplicación de la famosa regla de oro (exportada del método nipón Kaizen) a la búsqueda del orden y de la limpieza, consiste en la efectiva repetición de la misma tarea con una periodicidad diaria de un minuto de duración. Siempre partiendo del punto de vista de no volverse una persona obsesiva con el orden y la limpieza, pero manteniendo la afirmación de convertir dicha tarea en una perfecta rutina diaria, que esté en función del orden y de la limpieza del hogar.
Es decir, conseguir gracias a la repetición constante, la adquisición de una perfecta práctica y mejorar la eficacia al ejecutarla a diario. Una pauta que va de maravillas con el mundo laboral, ya que permite mejoras sustanciales en la productividad y en el avance de los resultados finales. Pero que gracias a la flexibilidad de acciones es posible conseguir ajustarlo de un modo certero a lograr los mejores resultados al momento de ordenar, limpiar y organizar el hogar.
Tareas con la máxima constancia y rapidez para ordenar
Desde hacer la cama tras levantarse, lavar y fregar los platos tras cada comida, dar el correcto mantenimiento al baño de un modo diario y constante, recoger y almacenar la ropa utilizada, o barrer el suelo del hogar diariamente. Rutinas que suman a diario y que en conjunto son perfectas para lograr que el orden se apodere de cada rincón del hogar y que la constancia hará que no abandone los espacios.
La aplicación de este método en los espacios del hogar hace posible que el orden impacte de forma positiva en la casa y en las personas que la habitan y es que son ampliamente conocidos los beneficios que la limpieza y el orden generan. Desde la correcta disminución de las enfermedades, hasta la posibilidad de aumentar dramáticamente la productividad al disminuir la procrastinación y mejorar la satisfacción de sentirse a gusto en el propio hogar.
Pero es importante ser eficientes y organizar en función de las necesidades personales del hogar, clasificando las cosas y lograr que solo lo imprescindible esté en la casa y dejarse guiar por la frecuencia de uso de los objetos. Esto permitirá ahorros de tiempo en la búsqueda de algún objeto y a estandarizar el proceso de orden y limpieza para hacerlo más eficiente día a día, en pro de garantizar la máxima eficacia en la limpieza y en la organización del hogar.