Nos encontramos en una situación económica complicada, en la que conviene reducir gastos de todo tipo al mismo tiempo que ahorramos y disponemos de un fondo de emergencia para posibles contratiempos. La gestión de nuestro dinero en momentos de incertidumbre económica es crucial para poder llegar a fin de mes sin alcanzar números rojos. Uno de los gastos que más importancia tiene, es el pago de nuestra vivienda. Por increíble que parezca, pagar menos cantidad por los impuestos de la casa es posible, a continuación te mostramos todas las claves para poder hacerlo.
En lo que respecta a los impuestos de los que debemos hacernos cargo sobre nuestra vivienda, el IBI es uno de los principales. Este se tiene que pagar una vez cada año, y se aplica en todo tipo de inmueble, ya sea una vivienda, un local comercial, un garaje, una parcela, etc. La cuantía del IBI se calcula aplicando un porcentaje (el tipo de gravamen) sobre el valor catastral del inmueble, que es determinado por el Catastro. El IBI es un impuesto municipal, es decir, lo gestiona cada Ayuntamiento, por lo que el tipo de gravamen puede variar de un municipio a otro.
¿Es posible pagar menos por los impuestos de nuestra vivienda?
Según afirman los expertos, muchos usuarios se encuentran pagando más de lo que realmente deberían por los impuestos de sus viviendas, y realmente no son conscientes de ello. Para poner solución a este problema, debemos informarnos sobre la cantidad de dinero que destinamos al pago del IBI, entre otros impuestos. Y es que, es posible que lleves tiempo pagando de más sin haberte dado cuenta, una situación a la que puedes poner remedio cuanto antes. Es aconsejable contratar los servicios de un experto en este tipo de pagos, ya que puede calcular lo que tendríamos que estar pagando y nos puede asesorar de la mejor manera para solucionar esta situación.
La mejor manera de calcular los impuestos sobre nuestra vivienda, es dividir los gastos en dos vertientes. La primera es el IBI, Impuesto sobre Bienes Inmuebles y en segundo lugar se encuentra el IRPF, Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas. Como ya hemos mencionado, el IBI se debe calcular teniendo en cuenta el valor catastral del que dispone nuestra vivienda. Por otra parte, el IRPF debe calcularse en base a los ingresos que obtenemos sobre el propio inmueble, por ejemplo si tenemos la vivienda en alquiler.
En la actualidad, existen varias opciones con las que podemos deducir nuestra vivienda, tantas que pueden cambiar incluso dependiendo de la comunidad autónoma en la que nos encontremos. Por lo que, dependiendo del lugar en el que estemos residiendo o se encuentre nuestra vivienda en propiedad, tendremos que tener en cuenta todas las deducciones a las que debemos acogernos para poder realizar los pagos de la forma más óptima posible y sin aportar más dinero del que realmente es necesario. En definitiva, se trata de mejorar nuestra gestión fiscal para poder manejar nuestro dinero de la mejor manera posible. La clave para tener una gestión fiscal correcta, es llevar un registro sobre los gastos y los ingresos que realices. Es aconsejable guardar todas las facturas relacionadas con servicios que hayamos contratado, compras realizadas, gastos de la vivienda, etc.