Mucho se habla de los hábitos de limpieza adecuados para prevenir enfermedades virales y complicaciones en la salud causadas por bacterias, pero poco se menciona el peligro que existe en los objetos pequeños de uso cotidiano, por ejemplo: las esponjas, paños de cocina y las mopas con las que limpiamos el suelo.
Si eres de los que no renueva habitualmente estos utensilios, ¡te tengo malas noticias! Pues se convertirán una fuente de bacterias patógenas, y cada vez que los uses, pasarán a tus manos y a cualquier superficie que limpies con ellos. Si no sabes cuáles son las señales de que los paños y esponjas están muy sucios ¡Toma nota, aquí te los contaré!
4 formas de saber si ya es hora de renovar las bayetas o estropajos
Los expertos en el área afirman que el tiempo recomendado para renovar paños o esponjas es de una semana a 15 días como límite para no correr riesgo de contaminación cruzada, sin embargo, existen otros rasgos que reflejan que requieren un reemplazo. Estos son algunos de ellos:
- Desgaste excesivo: Otro signo de que ha llegado la hora de desechar los trapos o esponjas viejos son las manchas muy oscuras y las roturas en el material, ¡en especial si se trata de los paños o esponjas de la cocina!
- Mal olor: En caso de que hayas percibido hedor a “humedad” en el tejido o esponja a pesar de su lavado ¡Es momento de tirarlo a la basura! Las fibras se han convertido en incubadoras de microorganismos nocivos y hongos.
- Sensación babosa: Es importante que si tus bayetas o estropajos tienen “baba”, te deshagas de ellos. Esta textura resbaladiza, aunque se confunde con grasa, es biofilm. Una película desarrollada por las bacterias a partir de agua y otras moléculas (como azúcar y proteínas) para cuidarse, evitar la deshidratación y contar con nutrientes vivir.
Si bien algunos consejos caseros indican que sumergirlos en lejía o agua hirviendo lo elimina, estudios científicos afirman que solo desaparece entre un 60 a 70% de las bacterias, ¡no en su totalidad!
- Mucho tiempo: Ya sabrás que estos objetos, obviamente, no duran demasiado, no obstante, la mayoría hace caso omiso y pasa meses con la misma esponja y bayeta para limpiar las encimeras, baños y otras superficies. Lo idóneo es renovarlos como máximo cada 15 días, quitar restos y lavarlos tras cada uso con agua muy caliente o lejía y dejarlos siempre extendidos para que la humedad no haga estragos.
Ten en consideración que lo ideal es tener un trapo para cada labor. Es decir, en la cocina ten una bayeta para limpiar las encimeras y otro para secar los trastes y otro para tus manos. En el baño, uno para el lavabo, otro para secar los vidrios y espejos y otro para el inodoro, ¡y nunca uses la misma esponja para el baño y la cocina! No solo alargas su vida útil, ¡previenes enfermedades!