Los trabajadores autónomos son uno de los colectivos más numerosos y heterogéneos del mercado laboral español. Según el Ministerio de Trabajo y Economía Social, hay alrededor de 3,3 millones de afiliados al Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA). Estos trabajadores tienen una serie de particularidades que afectan a su cotización, su fiscalidad y su protección social, entre otros aspectos.
Uno de los temas que más preocupa a los autónomos es el de su pensión de jubilación. ¿Qué requisitos deben cumplir para acceder a ella? ¿Qué cuantía les corresponde? ¿Cómo influye la base de cotización que eligen? Estas son algunas de las preguntas que se hacen muchos autónomos que quieren asegurar su futuro económico cuando se retiren del mercado laboral. En este artículo vamos a intentar responder a estas cuestiones, centrándonos en el caso de los autónomos que cotizan por la base mínima, que son la mayoría.
La base mínima de cotización: una opción muy extendida pero poco rentable
La base de cotización es la cantidad que determina las cuotas y las prestaciones de la Seguridad Social para los trabajadores. Los autónomos pueden elegir su base de cotización dentro de unos límites legales, y pueden cambiarla hasta cuatro veces al año. Esta decisión tiene una gran influencia en el importe de las prestaciones que pueden recibir en el futuro, como la pensión de jubilación, la incapacidad o el desempleo.
La base de cotización es el salario teórico sobre el que se calcula el porcentaje que el trabajador debe pagar cada mes a la Seguridad Social. Cuanto mayor sea la base de cotización, mayor será la cuota mensual, pero también mayor será la protección social. Ahora bien, la mayoría de los autónomos cotizan por la base mínima, lo que les permite ahorrar en el corto plazo y tener más liquidez. Sin embargo, esta opción también implica una menor confianza en el sistema público de pensiones y una mayor dependencia de otros productos privados de ahorro e inversión.
Por lo tanto, cotizar por la base mínima puede tener consecuencias negativas para el futuro de los autónomos. Por eso, es importante que los autónomos valoren las ventajas e inconvenientes de elegir una base de cotización adecuada a sus ingresos y sus expectativas. También es recomendable que complementen su cotización con otros productos privados de ahorro e inversión que les permitan mejorar su calidad de vida cuando se jubilen.
El cálculo de la pensión con base mínima para autónomos: un ejemplo práctico
Para entender mejor cómo afecta la base mínima a la pensión de jubilación, vamos a poner un ejemplo práctico. Supongamos un autónomo que ha cotizado por la base mínima durante toda su vida laboral y que se jubila en 2023. ¿Qué pensión le correspondería?
Para calcular la pensión de jubilación de un autónomo que cotiza por la base mínima, hay que hacer dos pasos: primero, hallar la base reguladora, que es el promedio actualizado de las bases de cotización de los últimos 25 años; y segundo, aplicar el porcentaje que corresponde a los años cotizados, que va desde el 50% con 15 años hasta el 100% con 37 años. Por ejemplo, si un autónomo ha cotizado 25 años por la base mínima de 944,40 euros mensuales, su pensión sería de 661,08 euros mensuales (70% de la base reguladora).
Esta pensión puede ser insuficiente para mantener el nivel de vida deseado, ya que está por debajo de la pensión media (1.307,14 euros mensuales) y de la pensión mínima (743,30 euros mensuales). Además, puede verse reducida si el autónomo se jubila antes de la edad legal (66 o 65 años según los años cotizados) o si no cumple los requisitos para acceder al 100% de la pensión. Por eso, es conveniente revisar periódicamente la base de cotización y ajustarla a los ingresos reales y a las expectativas futuras.
En conclusión, es importante que los autónomos planifiquen su futuro con antelación y complementen la pensión pública con otros productos privados de ahorro e inversión. Además, tienen a su disposición diversas opciones para mejorar su protección social y su fiscalidad. Por ejemplo, pueden contratar un plan de pensiones, un plan de previsión asegurado o un plan de previsión social empresarial. También pueden beneficiarse del complemento por mínimos si su pensión es inferior a la cuantía mínima establecida.
En definitiva, los autónomos deben ser conscientes de las ventajas y los inconvenientes que supone cotizar por la base mínima y tomar las decisiones más adecuadas para su situación personal y profesional.