La pensión no contributiva de jubilación es una ayuda económica que se concede a las personas mayores de 65 años que no tienen derecho a una pensión contributiva por no haber cotizado lo suficiente a la Seguridad Social o por no haber cotizado nunca. La cuantía de esta pensión se fija cada año en los Presupuestos Generales del Estado. Sin embargo, esta cantidad puede variar según los ingresos que tenga el beneficiario, tanto personales como de la unidad de convivencia.
Si el beneficiario tiene unos ingresos superiores a los establecidos por la Seguridad Social, la cuantía de la pensión no contributiva se puede reducir proporcionalmente hasta un mínimo del 25%, es decir, hasta los 121,15 euros al mes. Si los ingresos superan el límite máximo, se pierde el derecho a la pensión. En este artículo te explicamos los límites establecidos y cómo evitar que bajen tu pensión.
¿Cómo se determinan los límites de ingresos para la pensión no contributiva?
Los límites de ingresos para acceder y mantener la pensión no contributiva se determinan en función del número de miembros y las rentas de la unidad de convivencia. La unidad de convivencia está formada por el solicitante y las personas con las que convive, ya sean familiares o no. Los límites de ingresos para el presente año pueden ir desde los 484,61 euros al mes si vives solo, los 727,63 euros al mes si vives con otra persona, y hasta los 970,65 euros al mes si vives con tres o más personas.
Estos límites son más altos si alguno de los miembros tiene una discapacidad de al menos el 65% o si el solicitante tiene una gran invalidez. Para saber los ingresos que se tienen, se suman todos los beneficios que se han obtenido por trabajar, por tener dinero o propiedades o por otras actividades durante el año anterior al que se pide la pensión. No se cuentan las ayudas sociales como la renta mínima de inserción u otras parecidas.
¿Cómo se puede evitar que la pensión no contributiva baje hasta los 121 euros?
Para evitar que la pensión no contributiva baje hasta los 121 euros o se pierda por completo, es importante controlar los ingresos que se perciben y comunicar cualquier variación a la Seguridad Social.
También es conveniente solicitar otras ayudas o prestaciones que puedan complementar la pensión sin afectar a su cuantía, como el complemento por hijo a cargo para personas que tienen hijos menores a los 18 años, el complemento por necesidad de otra persona que es ideal para aquellos que necesitan de otra persona para realizar sus actividades y el complemento por vivienda en alquiler para personas que viven en una vivienda alquilada.
La pensión no contributiva de jubilación es una prestación vital para garantizar una renta mínima a las personas mayores que no tienen derecho a una pensión contributiva. Sin embargo, esta prestación puede verse reducida o eliminada si el beneficiario supera los límites de ingresos establecidos por la ley.
Para evitar esta situación, es importante informarse bien sobre los requisitos y las condiciones para acceder y mantener la pensión no contributiva. También es conveniente solicitar otras ayudas o prestaciones que puedan mejorar la situación económica y social de las personas mayores.