La Seguridad Social es un sistema de protección social que ofrece una serie de prestaciones a los ciudadanos españoles que se encuentran en su ámbito de aplicación. Estas prestaciones están destinadas a cubrir situaciones y contingencias definidas legalmente como el desempleo, la jubilación, la incapacidad temporal o permanente, la maternidad, el fallecimiento, entre otras.
En España, existen dos tipos de prestaciones que ofrece la Seguridad Social: las prestaciones contributivas y las no contributivas. La principal diferencia entre ambas es que las primeras se financian a través de las cotizaciones de los trabajadores y las empresas, mientras que las segundas se financian con los presupuestos generales del Estado. A continuación, explicaremos los detalles de cada una de ellas.
Prestaciones contributivas para trabajadores que han cotizado
Las prestaciones contributivas están destinadas a las personas que han cotizado a la Seguridad Social durante un período mínimo determinado y cumplen con ciertos requisitos. El monto de las contribuciones depende del salario del trabajador y del número de años que haya trabajado. Las más comunes son las pensiones, las prestaciones por desempleo, y las prestaciones por incapacidad temporal o por maternidad y maternidad.
Conoce los montos y requisitos de este tipo de prestaciones:
- Prestación por desempleo: destinada a los trabajadores que han perdido su empleo de forma involuntaria y cumplen con determinados requisitos, como haber cotizado un mínimo de 360 días en los últimos seis años.
- Pensión de jubilación: se trata de una prestación que cubre la pérdida de ingresos que sufre una persona cuando, alcanzada la edad establecida, cesa en el trabajo por cuenta ajena o propia. Para acceder a ella es necesario tener cumplida la edad legal de jubilación y haber cotizado al menos 15 años. La cuantía de la pensión dependerá de los años cotizados y la base reguladora.
- Incapacidad temporal: destinada a los trabajadores que se encuentran en situación de baja médica por enfermedad común o accidente no laboral. La cuantía de la prestación dependerá de la base reguladora y la duración de la baja médica.
- Maternidad y paternidad: destinada a las personas que hayan cotizado un mínimo de 180 días en los últimos cinco años y se encuentren en situación de maternidad o paternidad.
Prestaciones no contributivas para personas con necesidades específicas
Las prestaciones no contributivas están destinadas a las personas que no cumplen con los requisitos para acceder a las prestaciones contributivas, pero se encuentran en situación de necesidad. Entre las prestaciones no contributivas más comunes se encuentran:
- Pensión no contributiva de jubilación: es una prestación que se concede a las personas mayores de 65 años que carecen de recursos suficientes para su subsistencia, aunque no hayan cotizado nunca o no lo hayan hecho el tiempo suficiente para tener derecho a una pensión contributiva. Para acceder a esta pensión es necesario tener cumplidos los 65 años y residir legalmente en España. La cuantía de la pensión dependerá de la situación económica del solicitante.
- Prestación económica por hijo a cargo: destinada a familias con hijos menores de 18 años o mayores de edad con discapacidad. La cuantía de la prestación dependerá de la situación económica de la familia.
- Ayuda de inclusión social: destinada a personas en situación de exclusión social que no tienen recursos económicos suficientes para subsistir.
Para acceder a estas prestaciones no contributivas, es necesario cumplir con los requisitos establecidos por la Seguridad Social y presentar la documentación correspondiente.
El sistema español de Seguridad Social ofrece una variedad de beneficios a sus cotizantes y no cotizantes, según la situación y las necesidades de cada personas. Estos beneficios pueden proporcionar apoyo financiero en momentos de necesidad, como jubilación, desempleo, enfermedad o lesión. Es importante que conozcas los requisitos y las cuantías de cada prestación para poder solicitarla con éxito.