La vivienda es, para muchos, el bien más valioso que poseen. Además de ser nuestro refugio y el espacio donde construimos nuestras vidas, una propiedad inmobiliaria también es una inversión a largo plazo. En este sentido, resulta natural querer maximizar su valor para obtener el mayor beneficio posible al momento de una venta. Para ello, existen una serie de estrategias a tener en cuenta con las que podremos aumentar su valor de manera considerable a pesar de la antigüedad del inmueble. A continuación te mostraremos los mejores consejos a seguir.
Si disponemos de varias viviendas, o estamos pensando poner en venta la que ya tenemos para poder adquirir otra, tenemos que tener muy en cuenta el valor de nuestro inmueble. Y es que puede que, con el paso del tiempo y de otras circunstancias, el valor de nuestra vivienda se encuentre muy por debajo del precio de venta que pagamos en su momento. Para que esto ocurra pueden haberse dado diversos factores, entre ellos que la zona en la que se encuentra ya no sea tan privilegiada o interesante como antes. Si lo que estamos buscando es vender nuestra propiedad a un buen precio, con el que incluso sea posible obtener cierto margen de beneficio, entonces debemos tener en cuenta una serie de aspectos a mejorar.
Consejos para revalorizar el precio de una vivienda
El primer paso para aumentar el valor de tu propiedad es mejorar su eficiencia energética. Una vivienda con alta eficiencia energética no solo es atractiva para los compradores preocupados por el medio ambiente, sino también para aquellos que buscan reducir sus facturas de energía. Por ejemplo, el reemplazo de electrodomésticos antiguos por modelos más eficientes puede aumentar significativamente el valor de tu vivienda. Las reformas son una excelente manera de aumentar el valor de una propiedad. Sin embargo, es importante que estas mejoras se hagan de manera estratégica. La cocina y el baño son las dos áreas que más influencia tienen en el valor de una vivienda. Una cocina moderna y un baño bien equipado pueden aumentar significativamente el precio de venta.
Por otra parte, un mantenimiento regular y preventivo no sólo prolongará la vida útil de tu vivienda, sino que también contribuirá a su revalorización. La realización de mantenimientos regulares es esencial para conservar el valor de tu propiedad. Es por ello que conviene prestar atención a determinados aspectos de nuestra vivienda que requieran de una atención periódica en el tiempo, como el estado de la instalación eléctrica, las tuberías, los grifos, entre otros.
El «curb appeal», o atractivo exterior de tu vivienda, es fundamental para la primera impresión de los posibles compradores. La fachada es lo primero que van a ver los futuros compradores, por lo que debemos asegurarnos de que se encuentre en las mejores condiciones posibles. En este sentido, conviene contratar a profesionales que puedan arreglarla, bien sea reconstruyendo partes con roturas, pintando la fachada, etc. También relacionado con el exterior de la vivienda, se encuentra el jardín. Invertir en un atractivo diseño de jardinería puede tener un gran impacto en la percepción de los compradores y, por ende, en el valor de tu vivienda.
El espacio es un factor esencial al evaluar el valor de una vivienda. Es importante aprovechar cada metro cuadrado de la mejor manera posible. Convierte espacios infrautilizados en áreas de trabajo, almacenamiento o recreación para incrementar el valor de tu vivienda. Esto puede llevarse a cabo haciendo pequeñas reformas que no requieran demasiado presupuesto, o bien simplemente optando por organizar el espacio de manera que se aproveche al máximo cada estancia sin que el ambiente quede demasiado recargado.