No ha protagonizado demasiadas portadas dentro del mundo de la moda pero sin embargo, desde que Rosalía comenzó a arrasar en la industria musical, impartió desde el primer momento un estilismo muy personal donde nunca tuvo como punto de partida las tendencias, sino un criterio propio que en numerosas ocasiones ha sido imitado entre la gente de a pie.
Como decíamos, la cantante española ha acostumbrado a ocupar titulares relacionado con la industria musical debido al crecimiento y la popularidad que ha ganado gracias a sus canciones. De hecho, lo que comenzó siendo una simple propuesta universitaria ha llegado al punto de haber convertido a Rosalía en una de las artistas más populares y admiradas alrededor de todo el globo. Algo casi tan imposible y reservado como marcar tendencias.
Sin embargo en un primer momento que coincidió con su gran boom en la industria, la artista consiguió agotar las citas de todos los salones de uñas. La población se empeñó en imitar esa manicura imposible y kilométrica que Rosalía consiguió poner de moda, al mismo tiempo que elevó el nivel en los salones. Pero ahora, la cantante ha querido ir un paso más allá y no solo ha causado furor con su música, sino que también está marcando su propio estilo dentro de la industria textil.
Una gira de oportunidades con Rosalía
Por primera vez Rosalía comenzaba una gira mundial que vivió su primera actuación el pasado seis de julio en Almería. La ‘Motomami’ se terminó de consagrar con un último disco que le ha llevado a los escenarios más prestigiosos de todo el mundo, al mismo tiempo que le ha dado la oportunidad de convertirse en todo un icono de la moda por las calles de Nueva York a través de estilismo imposibles que no han pasado desapercibidos para nadie.
La primera propuesta controvertida llegó justamente después de una de sus actuaciones más virales dentro de su ‘Motomami Tour’. En plena gira internacional y después de haber causado sensación en Mallorca con unos shorts vaqueros remangados mientras grababa el éxito ‘Despechá’, sus apuestas continuaron ganando excentricismo hasta que la cantante llegó a sorprender por las calles de Manhattan luciendo uno de sus looks más atrevidos hasta la fecha.
En esa ocasión todo el protagonismo se lo llevó el calzado, de nuevo alejado de las tendencias que ha marcado la industria textil para esta temporada. Nada de zuecos ni de bailarinas, Rosalía decidió, ni más ni menos, que era el momento de sacar a la calle unas pantuflas de pelo en color verde y con tacón. En resumen, lo más parecido a unas zapatillas de estar por casa que podemos llegar a imaginar.
Al menos la combinación total se rebajó a partir de prendas más sencillas, pues la artista decidió que durante esa jornada todo el protagonismo sería para sus pantuflas. Por eso Rosalía se enfundó una camiseta de lo más básica en color negra, con tirantes y cuello redondo, junto a una falda estampada en coloro beige que resaltaba otros tonos como el azul y el verde en medio de esa abertura frontal.
Amante de lo extravagante y lo arriesgado
Pero por si no hubiese tenido suficiente y no hubiese dejado la suficiente evidencia de que cada vez apuesta más por lo extravagante y lo arriesgado, Rosalía volvió a lucir por las calles de Nueva York otro de sus looks más arriesgados con el que definitivamente, ha conseguido convertirse en la reina absoluta del ‘street style’ gracias a un look de vestido lencero con jersey, gorra y deportivas.
Siempre se ha dicho que la moda es una forma de expresión donde más se puede proyectar una persona y en el caso de Rosalía, la artista evidencia esta afirmación todavía más. La artista se presentó en sociedad acorde a su personalidad extravagante y única, con un look pensado únicamente para acaparar todas las miradas de todos los transeuntes que se cruzó por la ciudad neoyorquina.
El gran protagonista de este estilismo fue un vestido lencero satinado (tejido que monopoliza las tiendas en esta temporada otoñal) que lucía tirantes finos en color negro. Una prenda ante la que se sintió con la necesidad de combinar con un jersey debajo de cuello alto y semitransparencias que trasladan directamente a esa época de los 90 donde hubo predilección por lo sensual y lo atrevido.
Para terminar de rematar el conjunto, Rosalía optó por un zapato más cómodo que esas pantuflas extravagantes que lució el día anterior. La artista se calzó unas zapatillas deportivas en color blanco de la marca Nike, que le proporcionaron junto a la gorra ese toque sport al look. De ella brotaban dos trenzas que llenaban de informalidad con el que la cantante española volvió a poner en evidencia como no existe combinación imposible, por difícil que parezca.