Si eres de las que no encuentra ningún remedio tan efectivo como un buen baño después de una estresante jornada de trabajo, tenemos buenas noticias para ti. Puedes crear un auténtico spa en tu bañera con tan solo un ingrediente. Si no conoces las sales de Epsom aquí te damos algunos consejos sobre cómo utilizarlas y lo que pueden hacer por tu salud.
Los beneficios de las sales de Epsom son conocidos desde la antigüedad. Se trata de un remedio natural que se utiliza para combatir diversas afecciones. Aunque su nombre comercial es «sales de Epsom», en realidad se trata de sulfato de magnesio, un mineral fundamental para el buen funcionamiento de nuestro organismo, regulador de impulsos eléctricos, el control muscular y un excelente depurador que fomenta la eliminación de tóxicos.
Cómo aprovechar los beneficios de la sales de Epsom
Una forma muy efectiva de que nuestro organismo absorba el magnesio es a través de la piel (mucho mejor que ingerido), por ello es frecuente que las sales de Epsom se utilicen disueltas para realizar baños de inmersión.
Un baño con sales de Epsom nos ayudará a fortalecer nuestras articulaciones y mejora el sistema cardiovascular. Por otro lado, es un buen dexintoxicante y ayuda a eliminar toxinas derivadas de metales o medicamentos contaminantes.
Si sufres de migrañas y cefaleas, las sales de Epsom pueden aliviar el dolor, ya que regulan la presión arterial. También mejoran el funcionamiento nervioso, y controlan los niveles de calcio.
Cómo preparar un baño con sales de Epsom
Llena tu bañera con agua calentita y añade un par de tazas de sales de Epsom. Si tu bañera es muy grande, probablemente tengas que añadir alguna taza más. Disuelve 10 gotas de aceite esencial de lavanda en una cucharada sopera de aceite de oliva y agrégalo a tu baño.
Sumérgete en la bañera y déjate envolver por la fragancia del aceite esencial. Las sales de Epsom realizarán el resto del trabajo en tu organismo.
Puedes repetir este procedimiento dos o tres veces por semana.
Baño de pies
Si no tienes tiempo para realizar un baño completo y además encuentras que no es demasiado sostenible el hecho de gastar tanta cantidad de agua, un baño de pies puede resultar una solución muy práctica.
Prepara un barreño con agua caliente y agrega media taza de sales de Epsom. También puedes agregar el aceite esencial de lavanda diluido en aceite de oliva, como en la receta anterior. Si lo prefieres, puedes sustituir el aceite de oliva por leche.
Introduce tus pies en el barreño con agua caliente. Además de aportar los beneficios de los que te hemos hablado, en este caso las sales te ayudarán a exfoliar tus talones. Si además has añadido aceite de oliva y aceite esencial, éstos te ayudarán a repararlos si están muy agrietados.