Llevas usándolas toda la vida y tu cabello lo está pagando caro

Ingredientes que deberías eliminar de tu rutina capilar para disfrutar de un cabello saludable

Llevas usándolas toda la vida y tu cabello lo está pagando caro

Llevas usándolas toda la vida y tu cabello lo está pagando caro

Los productos capilares no son lo mismo desde la invención de las siliconas. Se trata de unos compuestos químicos derivados del petróleo con un alto poder suavizante. Sin embargo, la alta presencia de estos ingredientes en la mayoría de los productos cosméticos ha hecho saltar las alarmas. ¿Son tan buenas como se piensa? ¿Qué consecuencias tienen para la salud de nuestro cabello y para el medioambiente?

Cada vez son más personas las que han recuperado la salud de su cabello apostando por champús sin sulfatos ni siliconas.

Las siliconas no hidratan

El mayor éxito de las siliconas es el efecto filmógeno que ejercen cuando las aplicamos en nuestros productos capilares. Son capaces de cubrir la cutícula otorgando al cabello un aspecto muy sedoso. Sin embargo, es precisamente esta propiedad impermeable la que impide que la hebra capilar y el folículo piloso realicen su intercambio con el exterior. La silicona tapona por completo la fibra capilar, impidiendo que el cabello se hidrate o que otros productos puedan penetrar en la corteza y repararlo. A pesar de que, a primera vista, las siliconas parezcan efectivas, lo cierto es que el cabello no se hidrata, sino más bien todo lo contrario.

El efecto sellador de las siliconas tapona el poro

Al aplicarse también sobre el cuero cabelludo, las siliconas ejercen un efecto taponador sobre los poros, obstruyendo el folículo. Por este motivo el cabello se debilita, ya que el proceso de regeneración capilar se bloquea. Por otro lado, el cuero cabelludo también podría irritarse, produciendo rojeces, caspa, dermatitis y otras afecciones de la piel.

Difíciles de eliminar

Si bien es cierto que la industria cosmética trabaja con varios tipos de siliconas: las solubles en agua, las volátiles y las insolubles en agua, son estas últimas las más comunes. Suelen aparecer bajo el nombre de dimeticona o dimethicone. Su escasa solubilidad en agua, hace que permanezcan adheridas a la hebra capilar sin que sea fácil eliminarlas con un simple lavado con agua. Es más, la forma más efectiva de deshacernos de ellas es utilizando un champú con sulfatos.

Los sulfatos en el champú

Si te estás preguntando qué son los sulfatos, te diré que son tensioactivos, es decir, agentes limpiadores muy efectivos que están presentes en la mayoría de champús y geles convencionales. Los más comunes son el sodium laurhyl sulfate o sodium laureth sulfate.

El uso excesivo de sulfatos está asociado a muchos problemas irritativos en la piel y el cuero cabelludo ya que, además de eliminar la grasa (y las siliconas) también arrasan con el sebo natural de nuestra piel, atacando el mando hidrolipídico.

De tu cabello al mar

Te habrás planteado alguna vez qué pasa una vez enjuagas tus productos capilares y traspasan el desagüe de tu ducha. En el caso de este tipo de siliconas, al no disolverse en el agua, acaban llegando al mar, contaminando y alterando el ecosistema marino. Solo por eso, valdría la pena que comenzases a eliminar este tipo de productos de tu rutina capilar.

La dependencia a las siliconas

Un fenómeno que suele ocurrir con el uso frecuente de productos con siliconas es que crea dependencia al producto. Como te comentaba, al aplicarlas crean un falso efecto de hidratación, ya que aportan una suavidad extrema al cabello. Sin embargo, al provocar un efecto barrera, el cabello acaba precisamente deshidratándose.

Si quieres hacer la prueba y evaluar el estado real de tu cabello, puedes lavarlo con un champú con sulfatos, así eliminarás por completo las siliconas. Es posible que solo entonces compruebes que, sin la presencia de siliconas, el cabello tiene un aspecto seco y estropajoso. Esta consecuencia requerirá de nuevo el uso de productos con siliconas para volver a darle a tu pelo esta falsa apariencia saludable, entrando así en un círculo vicioso de dependencia.

Cómo identificar las siliconas

Si te listase todas las que hay, probablemente te olvidases de los nombres porque no son nada sencillos. Así que te recomiendo que, al menos, recuerdes todas las que contienen el sufijo –methicone, –meticona o dimethiconol. También evita los productos que contengan la palabra –siloxane.

Alternativas a las siliconas

En mercado se está haciendo eco de la voluntad de los consumidores de eliminar este tipo de productos, de modo que cada vez es más sencillo ver en los envases el reclamo “sin siliconas” o “silicone free”. Muchas veces los productores sustituyen las siliconas no solubles por otras más suaves que pueden eliminarse con facilidad y no son tan dañinas para el medio ambiente, ni para nuestro cabello.

Detox capilar

Son muchas las personas que inician lo que se conoce como detox capilar, precisamente para eliminar por completo las siliconas de la rutina y, poco a poco, devolver al cabello su salud natural, rompiendo el círculo de dependencia con las siliconas y creando rutinas de cuidado basadas en productos más naturales y amigables.

Es importante, de igual modo, reducir el consumo de champús con sulfatos, para hacer que el cabello no se reseque en exceso y conserve el sebo natural que lo protege y le proporciona nutrición y salud. En el mercado, cada vez es más fácil encontrar productos libres de sulfatos, elaborados con tensioactivos más suaves.

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