Aunque el efectivo sigue siendo el medio de pago más utilizado en España, seguido de cerca por las tarjetas y los dispositivos móviles, surge una tendencia que busca recuperar el control de nuestros gastos para poder ahorrar. Según una encuesta reciente, 3 de cada 5 personas afirman utilizar dinero en metálico a diario, aprovechando su comodidad y capacidad para tener un mayor control de sus finanzas.
Sin embargo, este patrón varía en función de la edad, el sexo y el nivel de estudios. Es interesante observar cómo aquellos que prefieren utilizar exclusivamente tarjetas de crédito podrían reconsiderar su enfoque. Muchas veces, al no ver físicamente el dinero que se gasta, se pierde la noción de cuánto realmente estamos desembolsando. En este contexto, resurge una estrategia para ahorrar conocida como «cash stuffing», que se ha vuelto popular en las redes sociales.
En qué consiste el cash stuffing
El cash stuffing consiste en dividir nuestros gastos por categorías, como vida social, comida, regalos, entre otros, y asignar a cada una una determinada cantidad de dinero. Para llevar a cabo esta técnica, se recomienda utilizar sobres o tarros en los que se escriba el nombre de cada categoría.
El objetivo principal es depositar en cada sobre la cantidad de dinero correspondiente. De esta manera, tendrás un registro visual y tangible del presupuesto disponible para cada área de gasto, lo que le permitirá tener un mayor control y conciencia de sus finanzas. Esta práctica se ha convertido en una forma efectiva de ahorrar dinero en los distintos aspectos de nuestra vida cotidiana.
Al tener una clara visualización de los recursos disponibles, es más fácil evitar gastos innecesarios y mantener un equilibrio financiero. Además, el cash stuffing fomenta una mentalidad de ahorro y planificación, ya que te obliga a reflexionar sobre tus prioridades y asignar el dinero de manera consciente.
Una vez comprendido el mecanismo del método de ahorro del cash stuffing, surge la pregunta más importante: ¿cómo distribuir el dinero de manera adecuada entre las distintas categorías? La respuesta a esta pregunta puede variar en función de tus ingresos y resulta fundamental para alcanzar tus objetivos financieros.
En primer lugar, es necesario realizar un análisis detallado de tus ingresos mensuales. Teniendo en cuenta este factor, deberás realizar tus propios cálculos para determinar qué cantidad destinar a cada categoría de gasto. Es importante recordar que la distribución debe ser realista y acorde a sus necesidades y necesidades.
Cómo llevar a cabo este tipo de ahorro
Una sugerencia es comenzar por identificar sus gastos esenciales, aquellos que no pueden ser evitados y son imprescindibles para cubrir tus necesidades básicas. Entre ellos se encuentra el alquiler, los servicios públicos, los alimentos y el transporte. Estos gastos deben ser asignados los primeros y no deben superar un porcentaje razonable de sus ingresos mensuales.
Después, puedes asignar fondos a otras categorías de gasto según tus preferencias y estilo de vida. Por ejemplo, podrías destinar un porcentaje a actividades de ocio y entretenimiento, tales como salidas con amigos, cine o viajes. Asimismo, es importante contemplar partidas para el ahorro a largo plazo, como el fondo de emergencia o inversiones.
Una vez finalizada toda esta distribución, la cantidad de dinero sobrante corresponderá a tus ahorros. Puedes destinarla a metas financieras a largo plazo, como el pago de deudas, el inicio de un negocio o la creación de un fondo para futuros proyectos. Es fundamental ser disciplinado y reservar este excedente para el ahorro en lugar de gastarlo de manera indispensable.
Algo que puedes hacer para mantener un mayor control de tus gastos, es llevar a cabo un registro preciso de las cantidades que se retiran de cada apartado. Esta práctica te ayudará a ser consciente de la cantidad de dinero que gastas y a tener una visión clara de lo que te queda disponible.
Una manera efectiva de llevar a cabo este registro es anotar en una libreta o en una aplicación móvil la cantidad que extraes de cada categoría al momento de realizar un gasto. Por ejemplo, si estás usando el dinero destinado a la categoría de «vida social» y sacas 20 euros para pagar una cena con amigos, anótalo inmediatamente. Esto te permitirá tener un seguimiento actualizado de tus gastos y evitar cualquier confusión o pérdida de control.
Si se agota el dinero asignado a una categoría, no deberás gastar más en ese ámbito hasta que llegue el próximo mes. Esto puede requerir disciplina y fuerza de voluntad, pero es crucial para mantener un equilibrio financiero y evitar excesos que puedan afectar tus objetivos de ahorro.
Hay que tener en cuenta que cada persona tiene sus propias circunstancias económicas y metas financieras. Por lo tanto, la distribución del dinero no va a ser la misma para cualquier persona. Lo importante es diseñar un plan de distribución que sea realista, flexible y se ajuste a tus necesidades y objetivos personales.