Los beneficios del vino tinto sobre el organismo se conocen desde tiempos inmemoriales, aunque la forma de hacer uso de ellas ha ido variando a lo largo de la historia. Algunos textos del griego Hipócrates ya hacían referencia a las propiedades del vino sobre la salud.
La vinoterapia es una técnica que cada vez implementan más centros de estética debido a los buenos resultados que está demostrando el uso de la uva y sus derivados, tanto para la mejora de nuestra salud, como de nuestra piel.
Es tanto el auge de la Enología en nuestra cultura, que muchas personas ya no se conforman con disfrutar de una copa de un buen caldo, sino que optan por sacarle el máximo rendimiento a este poderoso fruto e intentan aprovechar las fantásticas propiedades de la uva. De ahí el éxito cada vez más creciente de la vinoterapia.
Se dice que las cortesanas del rey francés Luis XV ya usaban mascarillas de vino para potenciar su belleza y lucir unas mejillas sonrosadas. Sin embargo, no ha sido hasta finales del siglo pasado, cuando ha aparecido la vinoterapia moderna, de la mano de Matilde Cathiard y Bertrand Thomas, en la vinícola ciudad francesa de Burdeos.
¿En qué consiste la vinoterapia?
Se trata de una técnica terapéutica y estética que tiene como objetivo aprovechar las propiedades de la uva para tratar nuestra piel.
La vinoterapia no solamente utiliza el producto acabado, es decir el vino, como materia prima en sus sesiones, sino todos y cada uno de los componentes del vino: también las pepitas y los hollejos -la fina piel que recubre la uva- para realizar exfoliaciones corporales. El terapeuta especializado o cosmetólogo puede decidir mezclarlo con otros ingredientes adecuados según la piel del cliente. Por ejemplo, se pueden utilizar plantas aromáticas y ungüentos para mejorar la experiencia.
Algunos de los servicios de vinoterapia más utilizados son en salones de belleza y spas pueden ser:
- Baños de vino: en una bañera de hidromasaje que contiene vino diluido en agua.
- Exfoliaciones corporales: como te he comentado, se usan mezclas naturales con los hollejos y las pepitas con el objetivo de realizar exfoliaciones para eliminar células muertas y toxinas.
- Envolturas corporales: una vez realizada la exfoliación y haber liberado a la piel de las células muertas, se puede embadurnar la piel con aceites también derivados de la uva, como es el aceite de pepita de uva. En algunos casos, suele combinarse el aceite con arcillas. Para lograr un mejor resultado se suele aplicar calor para una mayor receptividad de la piel y facilitar la absorción del tratamiento.
- Tratamientos faciales nutritivos: con cremas y mantecas elaboradas a partir de vino.
Los beneficios de la vinoterapia sobre nuestra piel
Las exfoliaciones dan luminosidad y oxigenan la piel, además de dejarla tersa y suave, libre de células muertas, como cualquier otra exfoliación que se precie, pero con el añadido de la acción antiinflamatoria y antioxidante que aporta los polifenoles del vino. Con los otros tratamientos podemos obtener grandes beneficios sobre nuestra piel, debido al efecto hidratante del vino y sus derivados.
Algunos de estos polifenoles que podemos encontrar en el vino tinto son: resveratrol (no flavonoide) y quercetina (flavonoide). Los polifenoles son beneficiosos, además de para el sistema cardiovascular -son ideales en tratamientos para piernas cansadas y varicosas-, para hidratar la piel y retrasar el envejecimiento, ya que neutralizan los radicales libres debido a su efecto antioxidante.
Contraindicaciones de la vinoterapia
Aunque esta terapia es apta, en general, para cualquier persona adulta, la vinoterapia no debería utilizarse en los siguientes colectivos:
- alérgicos a alguno de los componentes del vino;
- embarazadas y niños;
- personas hipertensas.
Prepara tu tónico casero con vino
Este tónico es ideal para personas de piel madura. Sin embargo, las personas con piel acneica o con los poros muy dilatados también podrán beneficiarse de los taninos del vino, pues ejercen una función seborreguladora y astringente, que ayuda a contraer los poros.
Ingredientes para preparar el tónico de vino:
- 90 gramos de hidrolato de rosas
- 5 gramos de vino tinto
- 4 gramos de aloe vera
- 1 gramo de conservante cosgard
Preparación del tónico de vino casero:
Comienza esterilizando los utensilios y zona de trabajo. Puedes hacerlo pulverizando alcohol de 70º y dejar que seque al aire libre. A continuación mezcla todos los ingredientes en un frasco con pulverizador y agitar bien el producto. Podrás utilizarlo a diario, justo después de tu limpieza rutinaria. Bastará con que apliques una pequeña cantidad en un algodón y lo esparzas por todo el rostro y cuello, dando ligeros golpecitos. El resultado es una piel fresca, suave e hidratada.