El mercado de la cosmética es un sector en continua innovación: activos, tendencias, rutinas de cuidado facial, nuevos formatos. Las informaciones y novedades sobre cremas, sérums y demás productos que nos llega a diario es enorme.
Pero, a pesar de todas las últimas innovaciones en cosmética, existen ciertos productos más puros y ancestrales que seguro que no sabes todo lo que pueden hacer por tu belleza. Entre ellos, los aceites vegetales, productos no muy caros y fáciles de encontrar, que cuentan con muchísimas propiedades cosméticas.
Los mejores aceites para cuidar tu piel
Desde hace miles de años, los aceites naturales se han usado en varias culturas para prevenir arrugas y hasta tratar enfermedades. Sus fórmulas están repletas de vitaminas, esenciales para nutrir la piel y mantener la barrera protectora natural en perfectas condiciones.
Como ves, a las cremas más innovadoras, les ha salido un competidor efectivo, fácil de encontrar y barato que está al alcance de tu mano: el aceite. Si quieres introducirlo en tu rutina de cuidado facial, te contamos cuáles son los mejores aceites faciales para tu rostro y tu cabello, qué propiedades tienen y cuándo usar uno u otro.
Aceite de argán
Este aceite se extrae del fruto del árbol de Argán, que, generalmente, se encuentra en zonas del norte de Marruecos. Los bereberes ya lo usaban para cuidar su piel, por eso para muchos se considera un oro líquido cosmético.
Su composición es rica en tocofenoles, antioxidantes que protegen la piel y previenen las arrugas. Es muy nutritivo pero no comedogénico, por lo que es perfecto para tratar la piel grasa y hasta las pieles acneicas. Además, en casos de acné es muy importante su acción cicatrizante, que ayuda a curar las lesiones de los brotes y prevenir las marcas.
En la piel del cuerpo es ideal para disminuir las estrías e hidratar la piel dañada por el sol. Si te animas a probarlo, elige un aceite de Argán 100% puro. Puede que el precio sea un poco más elevado, pero beneficiarás de todas sus propiedades.
Aceite de almendras
Destacan sus propiedades hidratantes para la piel, pero también calmantes, que lo convierten en un gran aliado de alteraciones como la psoriasis y la dermatitis. Es rico en vitamina E, por lo que también ayuda a prevenir arrugas y estrías.
Por su alto poder nutritivo, se trata de un aceite más denso que es perfecto para aportar confort a la piel seca, pero es muy pesado en pieles grasas. También es perfecto para recuperar los labios agrietados y las manos secas en invierno. A nivel corporal, gracias a su textura fundente, es ideal para aplicar como masaje y eliminar tensiones musculares.
Aceite de coco
Se trata de un aceite rico en ácidos grasos esenciales (como los Omega 6 y Omega 3), imprescindibles para hidratar la piel. Sus propiedades antifúngicas lo hacen ideal para combatir las bacterias que causan el acné.
También destacan sus grandes propiedades antiarrugas, que alisan la piel y previenen la formación de nuevas líneas de expresión. Para tal fin, lo ideal es aplicarlo por las noches, tanto en el rostro como en el contorno de los ojos.
Otra función que nos encanta del aceite de coco puro prensado en frío es su uso como desmaquillante natural. Es muy eficaz para aplicar como primer paso en la rutina de doble limpieza, en lugar de tu bálsamo habitual. Además, en los hombres también puede sustituir la espuma de afeitar.
Aceite de jojoba
Uno de los aceites más preciados en cosmética, que proviene de un arbusto que crece en los desiertos de Arizona, California y Nuevo México. Los indios americanos ya lo usaban para proteger la piel del sol, gracias a su poder antioxidante, que protege la piel de los radicales libres.
Además, se trata de un aceite muy versátil que tanto puede usarse en piel grasa como seca. En las pieles grasas, ayuda a equilibrar la producción de sebo, reduciendo brillos, imperfecciones y brotes como el acné. En la piel seca, estimula la renovación cutánea, aumenta la elasticidad y aporta más confort.
¿Por qué elegir un aceite vegetal para el cuidado de la piel?
A la hora de introducir un aceite vegetal en tu rutina de cuidado facial, los beneficios son múltiples. Puedes usarlo como único paso de hidratación, en lugar de tu crema habitual, o como un paso más en tu rutina, que en este caso irá después de la crema.
Los aceites son perfectos para sellar la hidratación de la piel, impedir la pérdida de agua y aportar grandes dosis de agentes antioxidantes, vitaminas y ácidos grasos esenciales. Además, penetran en capas más profundas de la piel que las cremas, por lo que ayudan a reparar la piel desde el interior.
Incorporar un aceite vegetal en tu rutina es un gesto perfecto para recuperar la belleza de tu piel. Tu rostro estará más unificados, luminoso, suave y elástico y, lo que es mejor, más joven por más tiempo.