Cada vez son más las personas que apuestan por una cosmética natural y respetuosa, tanto con su piel, como con el entorno. Sin embargo, si bien existe una concienciación creciente para con el medioambiente y cada vez son más las personas que apuestan por una dieta vegetariana o vegana, muchas veces se obvian ciertos detalles, como el origen de los ingredientes que aplicamos sobre la piel. Tal es el caso del retinol, probablemente el activo cosmético proaging más efectivo, cuyo origen es animal. Sin embargo, si eres vegana y te niegas a utilizar productos animales sobre tu piel, tenemos buenas noticias. Existe un nuevo activo capaz de cumplir con las funciones del retinol, pero de origen 100% vegetal: el bakuchiol.
Funciones de los retinoides sobre la piel
Aunque su uso en dermatología es antiguo —hace más de 60 años que se empleaban ya en el tratamiento del acné—, su inclusión en tratamientos antiedad es más reciente. Poco a poco, su presencia ha ido extendiéndose a diferentes cosméticos para tratar el envejecimiento de la piel, ya que se comprobó que estos activos ejercen una doble función: queratolítica —exfoliante, limpiadora y promotora de la regeneración celular, por lo que son ideales para las pieles acneicas—, y por otro lado estimulan la síntesis de colágeno y combaten la hiperpigmentación.
Limitaciones del uso de retinol en cosmética
A pesar de que son muchas las aplicaciones que tiene el retinol y los beneficios que ejerce sobre nuestra piel, existen ciertas limitaciones en sus usos que tenemos que tener muy en cuenta si no queremos producir efectos indeseados.
Al tratarse de un activo fotosensibilizante, está totalmente desaconsejado su uso durante el día. Actualmente, ya existen algunos laboratorios que trabajan con moléculas liposomadas de retinol que hacen posible su utilización durante el día y en verano, aunque siempre haciendo uso de un buen protector solar.
La introducción del retinol en nuestra rutina de cuidado facial debe ser gradual, permitiendo que nuestra piel se acostumbre a este nuevo activo que, si bien es muy efectivo, resulta irritante para muchas personas. Se aconseja aplicarlo en dosis bajas e ir aumentando a medida que la piel responda adecuadamente al tratamiento.
El retinol podría resecar la piel, por ello las personas de piel sensible deberían consultar previamente con su dermatólogo antes de comenzar un tratamiento con retinol. Lo ideal es optar por fórmulas cosméticas que contengan retinol combinado con algún humectante que sea capaz de contrarrestar los efectos desecantes del retinol.
Por otro lado, el retinol no es apto para embarazadas.
El bakuchiol como alternativa vegana al retinol
Además de la diferencia que marca su origen, pues el retinol es un derivado de la vitamina A que procede de los animales, el bakuchiol se produce a partir de las semillas y hojas de una planta oriunda de la India llamada babchi. Esta planta contiene fitoretinol, el cual se extrae para obtener el tan codiciado bakuchiol, nuestro activo vegano de moda.
Aunque algunos expertos afirman que no llega a ser tan efectivo sobre la piel como el retinol, es innegable que el bakuchiol ofrece resultados muy similares, tales como el efecto antimanchas, hace desaparecer pequeñas arrugas y líneas de expresión, promueve la renovación celular y la síntesis de colágeno; en definitiva, hace que nuestra piel luzca más luminosa y sana en pocas semanas.
Un punto positivo del bakuchiol respecto a su competidor, el retinol, es que es mucho menos irritante, por lo que pueden utilizarlo todo tipo de pieles, incluso las más sensibles. Además, contrariamente a lo que ocurría con el retinol, el bakuchiol puede emplearse en casos de embarazo.
Por si no fuera poco, otro ventaja más del bakuchiol respecto al retinol es que no es fotosensibilizante. Este es un gran punto a favor, pues podemos aplicarlo en tratamientos tanto de día como de noche y en cualquier estación del año.