Llega el otoño en el hemisferio norte y con él incrementan las consultas al dermatólogo o a la farmacia en busca de un remedio para frenar la caída capilar que tanto aterroriza a muchas personas. Es cierto que, en la mayoría de los casos, se debe a factores estacionales, los cuales provocan cambios en los ciclos de crecimiento capilar. En un principio, ello no debería preocuparnos ya que se trata de cabellos que se están regenerando y volverán a crecer en unos cuantos meses.
El ciclo natural del bulbo piloso
Una forma de tranquilizarnos cuando notamos que nuestro cabello cae más de lo que nos gustaría, es entender correctamente cómo funciona el ciclo piloso. Ten en cuenta que cada uno de los folículos pilosos está preparado para generar 20 cabellos a lo largo de la vida. Por otro lado, los seres humanos solemos tener de media unos 100.000 cabellos y suelen caer de 60 a 150 pelos al día (fase telógena).
La vida de un cabello se divide en tres fases bien diferenciadas:
- Fase anágena: corresponde a la fase de crecimiento del pelo en el folículo piloso. Suele tardar alrededor de 3 años. El 90% de nuestra cabellera se encuentra en esta fase.
- Fase catágena: es la transición del cabello hasta su caída en la fase telógena. El cabello deja de crecer y se separa de su papila dérmica. Suele tardar unas 3 semanas en completarse. Aproximadamente, el 1% de nuestros cabellos está en esta fase.
- Fase telógena: tiene una duración de 3 meses. Tan solo el 0,1% de nuestra cabellera se encuentra en esta parte del ciclo. El folículo descansa y se cae el pelo.
Pasada la fase telógena, deberíamos volver a la fase anágena, y así sucesivamente hasta que el folículo cubra su tope de producción de unos veinte cabellos de media.
Qué es la «caída capilar»
Ahora que ya sabes cómo funciona el ciclo capilar, entenderás que el cabello puede —y debe— caer de forma natural hasta un máximo de 150 cabellos al día. Si estás notando que pierdes más cantidad de cabellos —las personas que acuden a las clínicas de regeneración capilar suelen contar los cabellos que van perdiendo cada día— entonces hablaremos de «caída capilar», la cual puede ser de tipo fisiológico o carencial. Por lo general, la caída capilar suele ser reversible.
La caída fisiológica puede acontecer en determinadas fases de nuestra vida, como la pérdida del lanugo en el nacimiento, la pubertad, la caída que se produce a partir de los 40 años, cuando disminuye la actividad folicular, y en el postparto (siempre y cuando no disminuya el número de folículos pilosos, ya que entonces hablaríamos de efluvio telógeno).
Por otro lado, la caída carencial se debe a un déficit de nutrientes que hacen que el cabello no sea demasiado fuerte. Para solventar este problema se suelen tomar suplementos alimentarios.
En los casos en los que, además de existir caída capilar, disminuye el número de folículos hablaremos de alopecia.
Causas de la alopecia
Es conveniente tener claros los tipos de alopecia que existen ya que, en función de la causa que la provoque, podría ser una alopecia cicatricial (irreversible) o no cicatricial (reversible).
En el supuesto de que existiese inflamación del cuero cabelludo y pérdida de folículos, la alopecia podría estar asociada a diferentes patologías: lupus, liquen, foliculitis decalvante, incluso metástasis cutánea. Se trata, en todos estos casos, de alopecia cicatricial no reversible.
Por otro lado, si se han perdido las hebras de cabello pero los folículos permanecen, suelen ser procesos reversibles. Algunas causas que provocasen este fenómeno podrían ser el hipotiroidismo, el hipertiroidismo, un déficit de proteínas o de hierro, padecer infección por VIH, una tiña en el cuero cabelludo, el efluvio telógeno (en el postparto), o la más común de las alopecias, que es la alopecia androgénica.
Formas de combatir la caída
En principio, la mayoría de los tratamientos anticaída están orientados a alargar la fase anágena del ciclo capilar. Para ello, algunas personas toman vitaminas para fortalecer el folículo piloso, o realizan masajes para estimular la microcirculación en la zona. También existen tratamientos por vía tópica contra la alopecia androgénica, que consisten en productos con activos vasodilatadores, que aseguran que el folículo esté mejor irrigado y reciba mayor cantidad de nutrientes del torrente sanguíneo.
Si notas que tu cabello cae en más de lo normal, no dudes en acudir a tu dermatólogo de confianza para recibir el diagnóstico y el tratamiento adecuados.