Cuando vemos el champú sólido en algún escaparate solemos confundirlo con una pastilla de jabón, de las clásicas de jabonera para lavar las manos. Sin embargo, la composición del champú sólido difiere mucho de la de las pastillas de jabón, que suelen fabricarse a partir de glicerina o, siguiendo el método tradicional, con sosa caustica o potasa caustica.
Diferencias entre el champú sólido y la pastilla de jabón
No hay que confundir el champú sólido con la pastilla de jabón, a pesar de que el packaging que suelen utilizar ambos productos sea muy similar. Existen varias diferencias que hacen que estos cosméticos tengan utilidades muy distintas:
- Como te hemos comentado, el champú y la pastilla se confeccionan siguiendo métodos diferentes. Si bien la pastilla necesita un proceso de saponificación, resultante de la combinación de la sosa caustica (que forma la lejía) con una grasa (suele emplearse aceite vegetal), el champú sólido se fabrica a partir de tensioactivos (agentes limpiadores) sólidos de origen vegetal, por lo general, derivados del coco. Este tipo de producto se conoce también como syndeth, haciendo referencia a la terminología inglesa «synthetic detergent«, es decir, «detergente sintético«.
- El champú sólido puede utilizarse para la limpieza del cabello, y no solamente del cuerpo. Por otro lado, no se nos ocurriría nunca lavarnos el cabello con una pastilla de jabón de manos. Si lo has probado alguna vez, seguro que te ha sorprendido el estado en el que queda tu pelo, suele resecar la hebra e irritar el cuero cabelludo.
- El pH del champú sólido es adecuado para la piel y el cuero cabelludo. Suele situarse entre 4,5 y 5,5. Sin embargo, la pastilla de jabón suele ser demasiado alcalina, con lo cual, si la usáramos durante mucho tiempo, podría afectar a nuestro manto hidrolipídico, resecar nuestra piel en exceso y causarnos irritaciones.
Composición del champú sólido
El ingrediente principal suele ser el tensioactivo en polvo, sin agua. De ahí que el champú pueda ser sólido y tenga el aspecto de una piedra. Estos tensioactivos son más suaves que los que suelen emplearse en la cosmética capilar convencional (los famosos sodium lauryl sulphate y sodium laureth sulfate)y por ello no resecan tanto el cuero cabelludo y respetan nuestro sebo natural.
Otros ingredientes que forman parte de la fórmula de los champús sólidos son las mantecas. Al ser productos anhidros y con alto punto de fusión, son ideales para conferirle al champú una textura y dureza perfectas. Algunas de las mantecas utilizadas son la manteca de karité o la manteca de cacao.
Además, los champús sólidos pueden incorporar arcillas, ya que funcionan muy bien en los productos capilares por su poder detox, limpiador y seborregulador.
Cómo utilizar el champú sólido
- Humedece tu cabello como haces de costumbre.
- Moja tus manos y frótalas en la pastilla de champú hasta conseguir espuma. A continuación, pasa las manos por tu melena, sobre todo, haciendo hincapié en la raíz, con un suave masaje en el cuero cabelludo. No mojes la pastilla directamente bajo el chorro de la ducha, pues harás que te dure mucho menos tiempo.
- Enjuaga con abundante agua.
- Puedes optar por hacer uno o dos lavados en función de la grasa de tu cabello y de su nivel de suciedad. Por lo general, con un único lavado debería ser suficiente.
- Aplica tu acondicionador, mascarilla o el producto que utilices habitualmente.
- Deja que tu pastilla se seque bien después de cada uso. Colócala en una jabonera o en una rejilla de tal modo que drene y elimine toda el agua y la humedad.
Otras ventajas de utilizar champú sólido
Aunque su precio, a priori, suele ser superior al de los champús convencionales, lo cierto es que una pastilla de 100 gramos de champú sólido puede durar hasta 80 lavados.
Al no contener agua, es un producto que pesa poco y es muy fácil de transportar. Además, su diminuto volumen hace que disminuya la huella de carbono, porque se reduce la contaminación derivada del transporte.
Otra gran ventaja es que no requiere el uso de plásticos. Por lo general, el packaging de estos productos consiste en una pequeña caja de cartón. Esto incide positivamente en el medio ambiente, al reducir el número de envases.
Ya habrás comprobado que el uso del champú sólido, en particular, y la cosmética sólida, en general -existen cada vez más productos en el mercado con este formato- son todo ventajas. Una vez lo hayas probado, verás que no hay vuelta atrás y tanto tu cabello como el medio ambiente te lo agradecerán.