El contorno de ojos es una de las zonas más sensibles del rostro, cuya piel es mucho más fina que el resto del rostro y el cuerpo, y sufre constantemente la exposición al sol y el viento. Esto, junto a la gesticulación facial y la contracción muscular que hacemos cuando pestañeamos, fruncimos el cejo o, simplemente, nos expresamos, compromete en gran medida su belleza y juventud.
Y es que, en solo el contorno de ojos, realizamos 10.000 parpadeos al día, además de gestos constantes, lo que comporta que sea la primera zona del rostro en mostrar signos de la edad en forma de arrugas, bolsas y ojeras.
¿Qué es el contorno de ojos?
Se trata de la zona orbicular que rodea el ojo y que abarca el párpado superior, el párpado inferior, el hueso orbital y el rabillo del ojo. La piel de esta zona es diez veces más fina que la piel del resto del cuerpo, y está expuesta a muchos factores externos climáticos, así como a continuas contracciones musculares.
Contamos con 22 músculos en continuo movimiento alrededor del ojo, y realizamos una media de 10.000 parpadeos diarios. Esta piel contiene pocas glándulas sebáceas y es pobre en fibras de colágeno y elastina, lo que hace que pierda firmeza rápidamente y sufra de envejecimiento prematuro.
Además, la microcirculación sanguínea funciona más lenta, por lo que no drena bien las toxinas y da lugar a la inflamación de párpados y la aparición de bolsas, que, en muchas ocasiones, responden a un problema de retención de líquidos.
Todos estos factores comportan la aparición de los principales problemas que sufre el contorno de los ojos, como las ojeras y las bolsas. Las primeras pueden ser de tono marrón si se deben a la hiperpigmentación, o morado, si aparecen por una mala circulación sanguínea en la zona. Estas últimas pueden deberse a falta de sueño, cansancio o congestión.
Las bolsas pueden ser permanentes si se deben a una acumulación prolongada de sebo o a la falta de elasticidad de la piel; o temporales, si aparecen por la retención de líquidos o por no drenar bien las toxinas.
Por último, otro signo muy común en el contorno de los ojos son las arrugas y, sobre todo, las patas de gallo. Con el paso de los años y si no se cuida bien la zona, la piel pierde firmeza y surgen las arrugas, muy comúnmente localizadas en el párpado externo, debido a la gesticulación
¿Cómo cuidar la zona del contorno de los ojos?
Teniendo en cuenta todos estos factores y que la piel del contorno de los ojos es la más fina del rostro, si no cuidamos esta zona como merece, la deshidratación y la sequedad harán estragos, provocando la prematura aparición de arrugas, bolsas, ojeras y líneas de expresión, como las temidas patas de gallo.
¿Cómo cuidar el contorno de los ojos para mantener la belleza de la piel de esta zona? Pues con una serie de hábitos y cuidados que mantengan esta piel lo más protegida e hidratada posible.
Aplica un producto específico
Al ser una piel tan delicada necesita una formulación específica, con una nutrición más intensa, que hidrate y proteja debidamente la zona.
El producto que apliques en el contorno de ojos debe ser muy nutritivo y de alta tolerancia, que descongestione, active la circulación y favorezca el drenaje de la zona. También es conveniente que contenga propiedades reafirmantes y regenerantes, para ayudar a suavizar las arrugas y líneas de expresión.
Por eso no es recomendable usar tu misma crema facial en el contorno de ojos. Además, como la zona orbicular está tan cerca del ojo, es conveniente evitar el uso de cremas con ingredientes que pueden irritar los ojos, como perfumes o aceites esenciales, o bien con sustancias que no estén probadas oftalmológicamente.
¿Cuándo empezar a usar contorno de ojos?
A partir de los 25 años es conveniente empezar a cuidar la zona. Si la piel ya lleva protegida unos años, resistirá mejor los primeros signos de envejecimiento que empiezan a aparecer a partir de los 30 años.
¿Cómo aplicar el contorno de ojos?
La piel de esta zona es muy delicada y arrastrar el producto puede estirarla en exceso, favoreciendo la aparición de arrugas. Por eso es tan recomendable aplicar el contorno de ojos de una manera más suave con la piel.
Lo ideal es aplicar una pequeña cantidad de producto, igual a un grano de arroz, sobre el párpado inferior de dentro hacia afuera, pasando suavemente por la cuenca del ojo. Después, aplica sobre el párpado superior fijo y por la ceja, evitando la zona del lagrimal y del párpado superior móvil, más cercanos al ojo.
Para activar la circulación y ayudar a drenar las bolsas, termina con unos suaves toquecitos con las yemas de los dedos en la zona. Para tratar las arrugas, estira un poco con los dedos índice y anular de una mano y haz circulitos con el anular de la otra.
Nuestro contorno de ojos favorito
Ahora que ya sabes cómo cuidar la zona del contorno, solo te queda descubrir el mejor producto contorno de ojos para introducirlo cuanto antes en tu rutina facial.
Nuestra crema favorita para la zona es el Contorno de ojos 100% BIO de Matarrania, con ingredientes 100% naturales y ecológicos certificados, que nutren en profundidad la piel, ayudan a descongestionar la zona, regeneran los tejidos y aportan firmeza.
En su fórmula destacan ingredientes calmantes y de acción regenerante, como la caléndula y la santolina, así como aceites vegetales vírgenes y de primera presión en frío, de gran poder antioxidante, además de la manteca de karité, antiinflamatoria, nutritiva y cicatrizante.
Además, en su formulación no hay fragancias (ni sintéticas ni provenientes de aceites esenciales) para evitar la irritación, por lo que es ideal incluso para las pieles más sensibles. Ahora que ya lo has descubierto, ¿a qué esperas para empezar a usarlo ya en tu rutina facial?