Es posible que alguna vez, paseando por los pasillos de tu supermercado, te hayas encontrado con aceite de cáñamo y te hayas preguntado por su legalidad. Hasta hace pocos años, todo lo que tenía que ver con el cannabis era sinónimo de «droga ilegal«. Sin embargo, en Europa existen muchas variedades legales de cannabis que se cultivan a nivel industrial para obtener el famoso aceite de cáñamo, las semillas —que son consideradas un superalimento—, o directamente para extraer su principio activo más preciado: el CBD o cannabidiol.
Tipos de cannabis
Existen varios tipos de cannabis. Como te indicábamos, en Europa algunas plantas de esta especie que son legales, y otras que no.
Cannabis sativa o cáñamo
Suele proceder de Colombia, México o el sudeste asiático. Se utiliza para elaborar medicamentos y cosméticos, aprovechando su principio activo principal que es el cannabidiol, o CBD. Estos productos contienen cantidades muy bajas de THC, que es la sustancia alucinógena que contienen otras variedades de cannabis. La baja presencia de THC vendría determinada por el empleo de semillas de variedades de cáñamo en bajo contenido en tetrahidrocannabinol (THC), ya que el máximo permitido es 0,2%.
En esta especie se han encontrado más de 80 cannabinoides que pueden ayudar a combatir muchas enfermedades, aunque sus efectos todavía están bajo investigación. Los más importantes son el tetrahidrocannabinol (THC) y el cannabidiol (CBD).
Se están estudiando casos en los que el CBD podría tener efectos positivos en trastornos convulsivos, como la epilepsia. Además, también se está recetando para casos de ansiedad, algunos trastornos musculares, enfermedad de Parkinson, enfermedad de Crohn, entre otras patologías.
El CBD parece tener efectos sobre nuestro el cerebro, aunque diferentes a los que genera el THC. Es precisamente por eso por lo que su uso, tanto en cosméticos como en medicamentos, está igualmente regulado. Según algunas investigaciones, el CBD podría actuar como adaptógeno, lo cual quiere decir que tiene una enorme capacidad para adaptarse a los factores ambientales, de tal forma que consigue paliar el daño causado por los mismos.
Cannabis indica
Igualmente conocida como marihuana índica o cáñamo índico, se trata de una especie de cannabis procedente de Asia central y Marruecos.
Es una planta más baja, ancha y de hojas más oscuras que su prima hermana cannabis sativa.
En la mayoría de países del mundo está clasificada como droga ilegal, ya que contiene una gran cantidad de THC con efectos psicotrópicos.
CBD permitido en cosmética
El cannabis, su resina y los extractos y tinturas realizados a partir de ellos no están autorizados en cosmética, y aparecerían en el Anexo II del Reglamento Europeo 1223/2009, donde se listan los ingredientes no permitidos como materias primas cosméticas, ya que se considerarían estupefacientes.
Ahora bien, se permitirían las materias primas derivadas de las semillas y de las hojas del cáñamo, como podría ser el aceite de semillas de cáñamo.
Propiedades cosméticas del CBD
Al tratarse de una molécula altamente soluble en aceite, el CBD se absorbe con mucha facilidad por el estrato córneo.
En cosmética, el CBD destaca por sus propiedades antioxidantes, que ayuda a minimizar el efecto de los radicales libres, preservándonos de la radiación UV, y ralentizando el envejecimiento. También tiene efectos regeneradores, por lo cual las pieles más castigadas y maduras se verán muy beneficiadas.
Los efectos antiinflamatorios del CBD se utilizan, no solo en dolencias musculares o artritis, sino en casos de acné, pues también tiene un efecto antibacteriano. Las pieles con psoriasis y dermatitis atópica también se verán beneficiadas.
Puede relajar y calmar la piel en casos de picores y prurito. Este efecto relajante también ayuda a disimular las arrugas de expresión.
Otros derivados de la planta Cannabis sativa, con bajo contenido en CBD
Al contrario de lo que se pueda pensar, el aceite de cáñamo muy utilizado en cosmética, no contiene apenas CBD, aunque sí es rico en ácidos grasos omega 3 y 6, muy beneficiosos para la piel.
También podemos utilizar el aceite esencial de la planta. Suele obtenerse por extracción a partir de CO2 con un porcentaje de CBD de aproximadamente el 10%. Por otro lado, se puede aprovechar el hidrolato de cáñamo para realizar cosméticos.