Ayer me llamó mi amigo Daniel. “¿Te gustaría que comiéramos juntos? Necesito hablar contigo”, me dijo. “Claro que sí. ¿Qué ocurre, Daniel?”, le pregunté. “Ya te contaré”. Hoy hemos comido en la pizzeria del barrio (le pirra la ensalada caprese que preparan). Me ha contado que le han despedido del trabajo después de quince años y que la única explicación por parte de su empresa ha sido Recorte de personal. ¡Cómo no!
Odia la situación en la que ahora se encuentra, pero lo mejor es su buen estado de ánimo y con muchas ganas de comenzar desde cero, hacerlo por su cuenta. Está harto de trabajar para los demás y ahora quiere hacerlo para él y ganarse la vida con su propio trabajo.” ¡Quiero hacerme teletrabajador! Luisfe, tú ya lo eres. ¿Me ayudas a que yo también lo sea? ¿Qué es lo que necesito para conseguirlo?
Por un amigo lo que haga falta. Le he contestado que sí, que le voy a ayudar, y que lo primero que necesita es crearse un despacho en su casa. El problema es que Daniel no tiene ni idea de cómo crear y decorar su propio despacho; voy a ayudarle a lograrlo.
Crear y decorar tu propio despacho:
Lo primero, y en mi opinión lo más importante y necesario, son los escritorios para ordenador. Es el lugar donde realmente vamos a realizar la mayoría del trabajo y en el que más tiempo vamos a estar. Por este motivo, es imprescindible que en nuestro escritorio tengamos todo organizado y a mano.
Debemos disponer solo de lo necesario para realizar nuestras tareas y evitar todo lo que sea trivial, de esta manera no sufriremos agobios ni distracciones que nos descentren de nuestro trabajo. El material del escritorio puedes elegirlo entre los distintos tipos que existen: de madera, metacrilato, lacados, de cristal, en metal… Tu elección dependerá de tus gustos y necesidades.
Otra elección que hay que tomar con respecto al escritorio es saber dónde lo vas a ubicar, para saber las medidas y forma que debe de tener. Esta información es fundamental porque no es lo mismo un escritorio simple, que uno con alas supletorias o un escritorio esquinera.
Podrás elegir múltiples accesorios para el escritorio como son las cajoneras, portateclados, pequeños puentes para colocar la pantalla y una impresora, cajones superiores para almacenaje,…
Hablemos ahora de la silla para tu despacho. Es otra elección primordial y tenemos que decidir con mucha calma para saber la que realmente necesitas según tus necesidades. De esta elección dependerán aspectos tan importantes como la buena salud para tu espalda, que tu cuello descanse o que no sufran tus piernas. ¿Y qué silla es la que hay que comprarse?
Los aspectos más importantes en una silla de oficina son el asiento, el cual debe de ser regulable en altura; su respaldo, con ajuste a la zona de la espalda y lumbar; el respaldo, de igual manera que el asiento, tiene que ser ajustable en altura; los apoyabrazos (opcionales), tienen que ayudarnos a conseguir una posición cómoda y los brazos tener una postura de 90º mientras escribimos y trabajamos en el escritorio; la base de la silla, la opción más recomendable es que disponga de cinco puntos de apoyo (ruedas) para ofrecernos una mayor seguridad.
El ordenador tiene que estar integrado con el escritorio, pero nunca ser una parte secundaria. El equipo que elijas o con el que trabajes siempre debe de ser con el que más a gusto te encuentres y con el que más fácil consigas realizar las tareas. Elegir un portátil o un PC dependerá sobretodo de tus necesidades y forma de trabajar.
La luz que vayas a utilizar en tu despacho procura que sea natural, a ser posible que venga detrás de la pantalla o el portátil para evitar molestias con la visión, si esto no puede ser, la mejor opción es que la luz provenga de arriba y alcance en todo lo posible tu espacio de trabajo.
También puedes completar tu despacho con una pequeña librería o estante en donde colocar tus libros preferidos o de consulta y las fotos a las que más cariño tengas.
“¿Y cómo decoro el despacho de mi casa?”, me preguntó Daniel. Lo cierto es que es muy complicado contestar a esta pregunta porque siempre va a depender de los gustos de cada persona. Un ejemplo claro es que yo soy un friki de Star Wars y el un fanático de Mozart. Ya lo veis; la vida es así de complicada y desigual Un consejo sí os puedo ofrecer: no recarguéis demasiado vuestro despacho con cosas que nos puedan agobiar y descentrar de nuestro trabajo, que es lo realmente importante.
Al final le he creado a Daniel su despacho. Le he mandado estas ideas por correo electrónico y está encantado. “Me ayudas este fin de semana a crearlo, Luisfe”. Y claro, no me va a quedar otro remedio que echarle una mano. Ya sabéis, por un amigo uno hace lo que haga falta, bueno, mejor dicho, casi todo lo que haga falta.