Vamos a hablar de un accesorio del hogar con el que podemos decorar nuestra casa con estilo y elegancia y sobre todo que nos va ayudar a cubrir muchas de las necesidades básicas que una familia necesita.
El sofá es un mueble muy versátil y que podemos ubicarlo en cualquier estancia de nuestro hogar, excepto en la cocina o el baño. En el resto de las salas o dormitorios nos ofrecerá multitud de posibilidades para decorarlas a nuestro gusto y según nuestra personalidad, brindándonos muchas oportunidades para inundar nuestra casa de estilo y elegancia.
Tipos de sofás que nos podemos encontrar
Existe gran variedad de estilos y modelos dentro de la amplia familia de los sofás. El que elijamos dependerá de nuestras necesidades, el lugar donde queramos ponerlo y nuestro gusto a la hora de decorar. Voy a mostrártelos para que los conozcas y ayudarte a que puedas escoger el mejor sofá para tu hogar.
Sofás Chester (Chesterfield).
Se trata de un tipo de sofá de línea clásica y mueble emblemático del estilo tradicional inglés. Se suele fabricar en piel, pero también se puede confeccionar en tela. Es un sofá icónico e inconfundible que siempre está de moda. Una gran selección para el sofá de tu salón.
Sofás chaise longue.
Hablamos de un mueble que en uno de sus extremos tiene forma de silla gracias a la prolongación que ofrece y que nos permite descansar las piernas. Son cada vez más demandados y muy prácticos; la prolongación puede utilizarse como arcón. Como curiosidad, indicarte que el nombre proviene del francés y significa «Silla larga».
Sofás rinconera.
La mayor cualidad de estos modelos es que ofrecen un mayor número de asientos. Un conjunto de dos sofás unidos y en forma de L. Muy utilizados por familias numerosas.
Sofás de tipo Vintage.
El Vintage se trata de un estilo que representa las modas y manera de vivir entre las décadas del 1950 hasta las de 1970. Ahora mismo se emplea mucho para decorar casas modernas, extrapolando los estilos y creando un ambiente muy variado y original. Este tipo de sofás ofrecen una gran variedad de formas y tonalidades.
Sofás de piel.
Los sofás de piel muchas veces marcan la elegancia dentro de una estancia, se trata de un mueble de gama alta ya que conceden ese toque de distinción que solo la piel es capaz de ofrecer. Suelen ser de estilo clásico y con un precio elevado. Es muy importante verificad que se trata de piel auténtica.
Sofás cama.
Sofás de dos o tres cuerpos y con una estructura metálica, acompañado de un colchón que se puede desplegar para formar una cama. Su gran virtud es lo práctico y versátil que es según las circunstancias y el momento. Puedes encontrarlos en varias medidas y en cualquier estilo, lo que te ayudará a que encaje perfectamente en la decoración de tu hogar.
Sofás de dos cuerpos.
Sofás de una pieza en el que pueden caber perfectamente 2 personas. Muy apropiados para hogares que no tienen muchos miembros o que no disponen de mucho espacio. Muy prácticos para comer o cenar en las mesas funcionales del salón. También cabe la posibilidad de utilizarlos como accesorios en un dormitorio juvenil para las visitas de tus hijos.
Sofás modulares.
Se adaptan fácilmente a cualquier espacio y lugar. Ofreciéndonos la posibilidad de diseñarlos nosotros mismos. Son módulos que se pueden combinar consiguiendo formas distintas según nos convenga en cada momento y en cada estancia. Esto nos permitirá desarrollar toda nuestra creatividad y personalidad a la hora de decorar nuestro hogar. Acostumbran a tener un diseño moderno y vanguardista, además de disponer de una enorme gama de tonalidades y tejidos.
En mi caso, el modelo que más me gusta es el Chester. Me encanta su toque clásico, la elegancia «que se gasta», la personalidad que posee y que creo que es un mueble con una gran personalidad. Si quieres saber más sobre este ejemplar te dejo un artículo publicado en eldiariodecantabria.es
Esto es todo por hoy. Espero haberte servido de ayuda a la hora de adquirir tu sofá. Seguro que eliges un gran sofá y pasarás grandes momentos en él.
Un fuerte abrazo y nos vemos en mi próximo post.