Ya es sábado y comienza el fin de semana. Igual que cualquier otro sábado, me he levantado y dirigido a la cocina, he preparado un café bien cargado y mi tostada preferida: pan de molde con mermelada de ciruelas. Aunque en ocasiones la cambio por unas tortitas con nata; uno, que a veces es caprichoso
Sentado en la mesa del office, he comenzado a leer la revista de ciencia que me gusta. Antes de profundizar en sus artículos, he levantado la cabeza para observar mi cocina, toda la cocina. Algo llamaba mi atención pero no lograba averiguar qué era. Un par de sorbos del café seguro que me despertaban del todo, ayudándome a averiguar qué era lo que me sorprendía de la cocina. ¡Es aburrida. Mi cocina es tremendamente aburrida!
Me puse de pie y con la taza del café en la mano, di una vuelta entera sobre mí para contemplar toda la cocina. Efectivamente era la estancia más aburrida que había visto desde hacía años. ¿Cómo podía ser que hasta aquel momento no me hubiera dado cuenta? Estoy convencido que se debe a la edad, que en mi caso ya va siendo elevada.
En aquel momento llegó mi mujer. “Marimar. ¿No te parece que nuestra cocina es un muy aburrida? Que no tiene gracia, que le falta alegría, que no es nada agradable de ver… ¡Como si estuviera muerta!” “Tienes toda la razón, cariño. necesita un buen cambio” “¡Lo que hace falta es que la tiremos entera!” “No hay por que ser tan radicales, Luisfe. Con un pequeño cambio la cocina puede transformarse por completo. Yo voto por cambiar las sillas de cocina y ponerlas de colores”.
Sillas de cocina de colores, escribí en la ventanita de mi fiel amigo Google y aparecieron ocho millones de resultados. Me puse a investigar y llegué a la conclusión (de nuevo) que mi mujer tenía razón. No hace falta gastarse una gran cantidad de dinero, ni realizar una obra insufrible y despiadada para remodelar la cocina y darle un lavado de cara notable. Las sillas de cocina de colores es el claro ejemplo de lo que hablo.
Son muchas las cualidades y virtudes que acompañan a este tipo de sillas. Su gran variedad y multitud de modelos. Nada clásicas y rompiendo siempre con los moldes de las sillas de toda la vida. Realmente vistosas debido a su diversidad de tonalidades. Atrevidas gracias a sus formas y diseños, con los que no tendrás nunca problemas para que encajen en cualquiera que sean tus gustos y el diseño de tu cocina. Se trata de sillas de cocina con mucha personalidad que siempre ofrecerán a tu cocina una clase y distinción que la convertirán en muy diferente al de resto de cocinas que conozcas. Incluso puedes decidirte por el modelo plegable y comprar colores que encajen con las estaciones: más oscuras para las épocas frías y tonos más claros para las épocas con temperaturas más cálidas.
Nosotros nos hemos decidido por el modelo concept para completar la mesa del office. Una silla esplendida de la que nos encanta su diseño actual y moderno, además de disponer de una amplia variedad de acabados. Muy bien construida, con un armazón metálico fabricado en acero lacado y respaldo a juego con el bastidor. El toque de diferencia lo ofrece el asiento tapizado en tela vinílica y con un gran juego de tonalidades.
Para completar la isla hemos escogido unos taburetes de madera desgastada y de color azul cielo, con ribetes de adorno en la parte alta de sus patas y con el asiento en madera blanca y envejecida. Creemos que es la mejor opción para hacer contraste con las sillas de un estilo mucho más moderno y actual.
En unos días nos traerán a casa las nuevas sillas de cocina. Estoy impaciente por levantarme el próximo sábado, prepararme el café con mi tostada preferida (o tortitas, depende de lo sibarita que me despierte ), pero esta vez no leeré mi revista favorita; aprovecharé el tiempo del desayuno para degustar con paciencia y satisfacción mi nueva cocina. Aunque seguro que llegará Marimar diciéndome de nuevo, “¡lo ves cómo esta vez también tenía razón!”