El cheque, aunque ha ido perdiendo protagonismo frente a los medios digitales de pago, sigue siendo una herramienta financiera ampliamente utilizada por muchas personas y empresas. Ofrece una promesa escrita de pago a quien lo posee, y si bien este proceso puede parecer simple, existen varios factores que determinan cuánto tiempo se tarda en acceder al dinero una vez que se intenta cobrar. Para muchos, entender estos plazos es crucial, ya sea porque dependen de ese capital para cubrir gastos inminentes o porque desean planificar sus finanzas con precisión.
Sin embargo, la espera entre la presentación y el abono efectivo del dinero en la cuenta del beneficiario puede generar incertidumbre. Diversos elementos, como la entidad bancaria, el tipo de cheque y la región geográfica, pueden influir en esta demora. A continuación, desvelaremos todos los detalles detrás de este proceso, para que, la próxima vez que tengas un cheque en mano, sepas exactamente qué esperar.
En qué consiste el cheque y cómo funciona
Antes de adentrarnos en el artículo, conviene refrescar la idea básica de qué es un cheque. Es un documento bancario a través del cual una persona, el emisor, ordena a su banco que transfiera una cantidad determinada de dinero a la persona cuyo nombre aparece escrito en el cheque, o bien a quien lo presente en ventanilla. Hay una serie de factores a tener en cuenta que influyen en el tiempo estimado de cobro. Si el cheque se deposita en el mismo banco donde fue emitido, el proceso suele ser más rápido. Pero si pertenece a otra entidad, el cheque deberá ser enviado a la entidad emisora para su verificación, lo que alarga el tiempo de espera.
Mientras que un cheque emitido y depositado dentro del mismo país puede tardar entre 2 a 6 días hábiles en promedio, un cheque internacional podría tardar semanas debido a los procedimientos adicionales de verificación y a la intervención de varios bancos intermediarios. Los cheques tienen una fecha de caducidad. Si intentas cobrar un cheque después de esta fecha, es probable que te lo rechacen. Por otra parte, el banco necesita verificar que la cuenta del emisor tiene fondos suficientes para cubrir el importe del cheque. Si hay problemas con la cuenta del emisor, el cheque puede ser devuelto.
En el momento de depositar el cheque, podemos poner una serie de consejos en cuenta. Para agilizar el proceso, es recomendable depositar el cheque pronto tras recibirlo. Algunos bancos ofrecen la opción de depositar cheques a través de sus aplicaciones móviles, lo que puede agilizar el proceso. Siempre es aconsejable preguntar directamente en tu entidad cuánto tiempo tardará en cobrarse el cheque. De esta manera, podrás planificar tus finanzas en consecuencia.
No todos los cheques son iguales, y su naturaleza puede influir en el tiempo que tardamos en ver reflejado el dinero en nuestra cuenta. Algunos de los tipos más comunes de cheques incluyen los cheques personales, que son los emitidos por individuos desde sus cuentas personales. Estos pueden tomar un tiempo estándar para procesarse, siempre que haya fondos disponibles. En el caso de los cheques certificados, estos son emitidos por el banco, garantizando que hay fondos suficientes en la cuenta del emisor. Suelen procesarse más rápidamente debido a esa garantía implícita.
Los cheques de gerencia son similares a los cheques certificados pero, en lugar de extraer los fondos de la cuenta del emisor, son pagados directamente por el banco. Esto garantiza su fiabilidad y agiliza su procesamiento. En último lugar, tenemos los cheques posdatados. Algunos cheques tienen una fecha futura escrita en ellos, lo que significa que no se pueden cobrar hasta que llegue esa fecha.
Si depositas un cheque justo antes de un fin de semana largo o un día festivo, es probable que el proceso se alargue debido a los días no laborables. Los bancos tienen un horario límite para procesar operaciones en el mismo día. Si depositas un cheque después de esa hora, es probable que su procesamiento inicie al siguiente día hábil. Si tienes un buen historial con tu banco, es posible que este haga disponibles los fondos del cheque más rápidamente, incluso antes de que haya finalizado el proceso de cobro.