La pensión de jubilación es una prestación económica que se reconoce a los trabajadores que han cotizado a la Seguridad Social y que han alcanzado la edad establecida para dejar de trabajar. La cuantía de la pensión depende de varios factores, como los años cotizados, la base reguladora y el porcentaje aplicado. Sin embargo, hay dos formas que permiten aumentar la cuantía de la pensión de jubilación: la jubilación demorada y el complemento de mínimos.
¿En qué consisten estas dos formas de aumentar la pensión de jubilación? ¿Qué requisitos se deben cumplir para acceder a ellas? ¿Qué ventajas e inconvenientes tienen? En este artículo te lo explicamos.
La jubilación demorada: un incentivo para alargar la vida laboral
La jubilación demorada es la opción de seguir trabajando después de la edad que dice la ley para jubilarse, que en 2024 será de 66 años y 4 meses para los que hayan pagado menos de 37 años y 9 meses a la Seguridad Social, o de 65 años para los que hayan pagado más de 37 años y 9 meses. Al seguir trabajando, el trabajador sigue pagando a la Seguridad Social y puede cobrar más pensión cuando se jubile.
El dinero extra por jubilarse más tarde se puede elegir entre tres opciones:
- Un porcentaje más del 4% por cada año que se trabaje después de la edad que dice la ley, lo que significa que se cobra más pensión.
- Una cantidad fija por año que se trabaje, que cambia según los años que se hayan pagado a la Seguridad Social cuando se llegó a la edad que dice la ley, y que va desde los 5.000 a los 12.000 euros más o menos. Se cobra cuando se jubila.
- Una opción que mezcla las dos opciones anteriores.
Para poder jubilarse más tarde, el trabajador debe cumplir ciertos requisitos como haber pagado al menos 15 años a la Seguridad Social, de los cuales 2 deben estar dentro de los 15 años antes de pedir la pensión, y haber llegado a la edad que dice la ley para jubilarse.
El complemento de mínimos: una garantía de suficiencia
El complemento de mínimos es una cantidad complementaria que se añade al importe de la pensión contributiva en el caso de que esta no alcance el mínimo establecido por ley. Estos mínimos varían según el tipo de pensión, la situación familiar y el número de pagas. Tiene como objetivo garantizar la suficiencia de las pensiones y evitar situaciones de pobreza entre los pensionistas. Para acceder al complemento de mínimos, el pensionista debe cumplir con los siguientes requisitos:
- Tener reconocida una pensión contributiva cuya cuantía no alcance el mínimo establecido por ley.
- No percibir rendimientos del trabajo, del capital o de actividades económicas y ganancias patrimoniales superiores al límite de ingresos establecido en función de su situación familiar.
- Residir en territorio español, salvo que se aplique la normativa internacional.
El complemento de mínimos no tiene carácter consolidable y se revisa anualmente. Esto significa que se mantiene el complemento mientras se cumplan los requisitos que dan derecho a él, y que se ajusta el importe según la variación de las pensiones mínimas y de los ingresos del pensionista.
En resumen, existen dos formas que permiten aumentar la cuantía de la pensión de jubilación: la jubilación demorada y el complemento de mínimos. La jubilación demorada consiste en retrasar voluntariamente el momento de la jubilación y acceder a un complemento económico en la pensión, mientras que el complemento de mínimos consiste en añadir una cantidad complementaria a la pensión contributiva en el caso de que esta no alcance el mínimo establecido por ley. Estas dos formas tienen como objetivo mejorar la prestación económica de los pensionistas, pero también tienen sus requisitos, ventajas e inconvenientes.