El sérum facial es un producto indispensable en cualquier rutina beauty, debido a que los beneficios que aporta a la piel son innumerables. Usándolo correctamente, puede potenciar los efectos de tu crema de tratamiento y llegar a transformar la piel de manera similar a los rellenos o infiltraciones.
Aún así, puede que lo hayas incorporado en tu rutina pero aún no veas los resultados en tu piel. ¿Estás segura de que lo estás aplicando correctamente? Para que el sérum facial sea totalmente eficaz, debes tener en cuenta una serie de factores básicos a la hora de aplicarlo.
¿Qué es el sérum facial?
Antes de nada, empecemos por el principio: ¿qué es un sérum facial y por qué debes introducirlo ya en tu rutina? El sérum es un producto cuya fórmula es mucho más concentrada en ingredientes y principios activos que una crema. En este sentido, potencia la acción de los demás cosméticos de tu rutina de cuidado facial ya que, por su textura líquida, es capaz de penetrar hasta las capas más profundas de la epidermis. Por eso, el sérum facial es capaz de obtener resultados en la piel verdaderamente increíbles.
8 errores a la hora de aplicar el sérum facial
Para beneficiarte de los múltiples beneficios del sérum facial es fundamental que lo apliques de la manera correcta. Verás que una vez aprendes cómo se usa, te darás cuenta de que aplicarlo no tiene mucho misterio.
Pero si no estás segura de si lo haces correctamente, te desvelamos los ocho errores más comunes a la hora de aplicar el sérum facial. Intenta no cometerlos y te asegurarás los mejores resultados en tu piel.
No limpias la piel antes de aplicar el sérum
Limpiar la piel de manera exhaustiva es imprescindible para aprovechar todo el potencial del sérum facial. Si la piel no está limpia, las capas de suciedad, partículas y maquillaje impedirán que los principios activos de tus cosméticos penetren en ella. Así que ya puedes haber invertido una fortuna en tu sérum facial que si no limpias bien tu piel de poco servirá.
Para asegurar que la piel está totalmente limpia antes de aplicar el sérum te recomendamos realizar la doble limpieza. Esta consiste en aplicar primero un limpiador en bálsamo o aceite que atrape el maquillaje y los productos más densos, como el protector solar. Después, debes aplicar un producto limpiador espumoso en base agua, que eliminará cualquier resto de maquillaje o suciedad.
Usas el aplicador directamente en la piel
Quizá sea uno de los errores más comunes: aplicar el sérum directamente con el gotero sobre el rostro. Como muchos de los principios activos de tu sérum son muy delicados, es importante que evites cualquier posible contaminación con los microorganismos que pueden estar presentes en la piel. Aplícalo siempre sobre las palmas de tus manos y después sobre la piel del rostro.
Lo aplicas en el momento incorrecto
En la rutina de cuidado facial el orden sí importa si quieres ver resultados. Todo tiene su explicación: los productos deben aplicarse en la piel de más ligero a más denso, para asegurarte así de que todos se absorben correctamente, sin que ninguno haga de capa oclusiva.
Como el sérum es más ligero que la crema pero menos que el tónico, siempre debe aplicarse después del tónico o bruma facial y antes de la crema para asegurarte de que se absorbe perfectamente.
Aplicas poca o mucha cantidad
El sérum facial es un producto muy concentrado, por lo que se se necesita muy poca cantidad para abarcar el rostro, el cuello y el escote. Por esta razón, a veces es común excederse con ella; en este caso estarás desperdiciando producto ya que tu piel no será capaz de absorberlo completamente.
Si tienes dudas, lo mejor es consultar las recomendaciones de uso que cada marca específica en la etiqueta del producto. Aún así, por norma general, la cantidad ideal suele ser el equivalente a un guisante si tu sérum es cremoso o a unas 5 gotas si es líquido.
Lo usas en lugar de la crema de tratamiento
El sérum es un producto muy concentrado que complementa la acción de la crema hidratante, potenciando sus activos o bien aportando otros principios que esta no tiene. Pero, precisamente por su textura ligera, el sérum nunca realizará la acción de sellar la hidratación que sí realiza la crema. Por eso siempre debes aplicarlo antes de la crema, nunca el sérum solo.
Aplicas la crema sin que el sérum se absorba
Antes de aplicar la crema, es importante que esperes unos minutos a que el sérum se haya asentado en la piel. De no ser así, puede que sus activos no se absorban bien o que restes eficacia a la acción del producto.
Te olvidas del cuello y el escote
El cuello y el escote son los grandes olvidados en la rutina de cuidado facial, a pesar de que son las zonas del cuerpo que antes manifiestan los signos de la edad, como manchas y arrugas. Es importante que apliques tu sérum también en estas dos zonas para evitar al máximo la aparición de cualquier signo de envejecimiento.
No cierras bien el envase
Muchos sérums pueden perder efectividad si entran en contacto con las partículas del aire o la luz, sobre todo si están formulados con activos altamente inestables, como la vitamina C o el retinol. Asegúrate siempre de que cierras bien el envase inmediatamente después de su uso y que lo guardas en un lugar fresco, al resguardo de la luz directa del sol.
Ahora que ya conoces los errores más comunes a la hora de aplicar tu sérum facial que pueden estar restándole eficacia, solo te toca revisar tu rutina y ver si tú también los estás cometiendo. Aprender a usar tu sérum facial es fundamental para sacarle el máximo partido y lucir una piel radiante.