Las pensiones de jubilación son una prestación económica que se concede a los trabajadores que han cotizado a la Seguridad Social durante un periodo mínimo y que han alcanzado la edad legal para retirarse. La cuantía de la pensión se calcula en función de la base reguladora, que es el promedio de las bases de cotización de los últimos años, y del porcentaje aplicable, que depende de los años cotizados.
Sin embargo, el sistema público de pensiones se enfrenta a un problema: el envejecimiento de la población. Cada vez hay más personas jubiladas y menos personas trabajando, lo que supone un desequilibrio entre los ingresos y los gastos del sistema. Por esto, hace algunos años se creó el factor de sostenibilidad, el cual busca garantizar la sostenibilidad del sistema y el poder adquisitivo de las pensiones.
¿Qué es el factor de sostenibilidad?
El factor de sostenibilidad es un mecanismo que se usa para calcular la pensión de jubilación y que hace que la pensión dependa de los años que se viva. Así, se intenta que el dinero de las pensiones no se gaste tan apresuradamente, pues cada vez hay más gente jubilada y menos gente trabajando.
El factor de sostenibilidad se saca con una fórmula (FSt = FSt-1e673) que tiene en cuenta cuántos años se espera vivir a los 67 años el año antes de jubilarse (e) y el factor del año anterior (FSt-1). El primer año que se usaría el factor, con un valor inicial (FSt-1) igual a 1.
Es importante tener en cuenta que este factor solo se usa una vez, cuando se empieza a cobrar la pensión, y no cambia los años siguientes, en los que la pensión se revaloriza según el precio de las cosas. El factor se aplica a todas las pensiones contributivas, salvo a las mínimas y a las no contributivas.
Efectos del factor de sostenibilidad sobre las pensiones que debes conocer
El efecto del factor de sostenibilidad sobre las pensiones es una reducción progresiva del importe inicial. Esto significa que cuanto mayor sea la esperanza de vida, menor será la pensión que se reconozca en el momento de la jubilación. Por ejemplo, si una persona que nació en 1952 se jubila en 2019 con una pensión de 2.000 euros al mes, su pensión sería de 2.000 euros sin el factor de sostenibilidad, pero con este mecanismo se quedaría en 1.986 euros.
El factor de sostenibilidad quiere asegurar que el sistema público de pensiones pueda seguir pagando las pensiones a todos, repartiendo el esfuerzo entre las personas de diferentes edades. Sin embargo, también implica una pérdida del poder adquisitivo para los futuros jubilados, que verán reducida su pensión respecto a lo que les correspondería sin este mecanismo.
En resumen, el factor de sostenibilidad es un mecanismo que se creó en España para ajustar las pensiones de jubilación según la esperanza de vida. Su aplicación supone una disminución del importe inicial de la pensión, que se mantiene constante durante toda la vida del beneficiario. El factor pretende asegurar la sostenibilidad del sistema público de pensiones ante el envejecimiento de la población, pero también plantea un desafío para el bienestar económico y social de los futuros jubilados.