Hoy voy a hablaros de una prenda de cama que me encanta y que resulta realmente necesario en nuestros hogares y en concreto para las habitaciones: Las fundas nórdicas.
Los edredones nórdicos se han convertido en un complemento fundamental en nuestras vidas y que nos protegen de las bajas temperaturas que nos ofrecen el otoño y el invierno, pero lo cierto es que son unos accesorios muy insulsos y anodinos si no los vestimos con las correspondientes fundas. Y esto es lo bueno de las fundas nórdicas; dan vida, personalidad, gracia y utilizando la imaginación un significado a nuestros edredones. A mí me encantan las fundas nórdicas de Antilo por su gran variedad en tonos y colores, imágenes y dibujos y todo tipos de diseños y temáticas que ofrecen sus productos.
La fundas nórdicas
nos ayudarán a decorar nuestras habitaciones según nuestros gustos y teniendo en cuentas nuestra personalidad. A la hora de comprar las que mejor se adapten a nuestro edredón, debemos de tener en cuenta una serie de detalles y particularidades…
Definir claramente para qué tipo de habitación la vamos a utilizar: infantil, de matrimonio, juvenil, para personas mayores o si se trata de la habitación de un recién nacido. De ello dependerán las temáticas y tonos que deben de llevar las fundas.
Conocer la medida de los edredones, para no cometer el error de comprarlos de distinta tamaño. Las más habituales para cada cama son: Cama de 90 cms = 150×220 / Cama de 105 cms = 180×220 / Cama de 135 cms = 220×220 / Cama de 150-160 cms = 240×220 / Cama de 180 cms = 270×240 /
Comprueba la etiqueta, en la cual deben de indicar y detallar correctamente cuales son las formas más adecuadas de lavar y mantener la funda.
Dale mucha importancia a que el cubrecama que vayas a comprar conserve el calor de tu cama. Para ello fíjate o pregunta en el comercio donde lo vayas a adquirir cómo se han confeccionado los números de hilo y el acabado y si están correctamente cosidos los bordes. Sin olvidar el gramaje que posee la funda; cuanto más gramaje, mejor conservará el calor.
Otro detalle a tener en cuenta es que la funda nórdica no se mueva en absoluto y se adapte correctamente al edredón. Evitarás que estés destapado e incomodo por mucho que te muevas en la cama.
Otra particularidad interesante es que sea reversible, de esta manera podrás optar con la misma funda de una versión para el invierno y otra para el verano, con el correspondiente ahorro de dinero y espacio.
Ten siempre en cuenta el cómo tienes decorada el resto de la habitación (muebles, cortinas, alfombras, lámparas…) para que tu funda nórdica armonice adecuadamente con la decoración del resto de la estancia.
Espero haberte ayudado para que puedas elegir las mejores fundas nórdicas y que puedas presumir de edredón en cualquier época del año. Me despido con un vídeo muy curioso con el que aprenderás una manera muy divertida y curiosa cómo introducir el edredón en tu funda nórdica.
Un abrazo y nos vemos en mi próximo post.