Para poder llevar a cabo un correcto control sobre nuestras finanzas, es imprescindible conocer todos los gastos que realizamos. En términos financieros, aquellos gastos innecesarios e impulsivos que podemos hacer casi sin darnos cuenta, pueden ser: gastos vampiro, gastos hormiga y gastos fantasma. Sea cual sea el tipo de gasto que estemos experimentando, no es demasiado tarde para ponerle remedio.
Para poder identificar cada uno de ellos, es necesario conocerlos primero. Es por ello que a continuación te contaremos en detalle en qué consiste cada uno de ellos y cuáles son las recomendaciones para eliminar estos gastos. La finalidad de todo esto es conseguir que nuestra salud financiera sea lo más óptima posible. Solo de esta manera conseguiremos sacar el máximo partido a nuestros ingresos todos los meses.
Tipos de gastos que pueden dinamitar nuestra economía
Uno de los gastos que más conocemos, por norma general, son los gastos hormiga. Estos se llaman así porque se basan en gastos pequeños que podemos realizar en el día a día, como tomar un café en un bar, y que a la larga suponen un gasto muy elevado. Hay que prestar especial atención a estos gastos porque el error está en creer que son gastos pequeños, cuando la realidad es que se van acumulando y nos pueden llegar a suponer cientos de euros al mes.
Entre los gastos hormiga también podemos destacar las compras innecesarias en el supermercado. Si no llevamos al día el control sobre los alimentos de los que disponemos en la nevera, y luego acudimos a realizar una pequeña compra teniendo hambre, podemos gastar muchísimo más dinero de lo que pensamos. La distribución de los supermercados está pensada, además, para que acabemos comprando más productos de los que necesitábamos.
Para ir a comprar es imprescindible llevar una lista de la compra y acudir sin tener apetito, ya que está demostrado que cuando se tiene hambre somos más propensos a comprar impulsivamente. Así, simplemente llenaremos el carrito de la compra con chucherías o comida poco saludable en lugar de realizar una compra sana, tanto para nuestra salud física como económica.
En segundo lugar, encontramos los gastos fantasma. Estos, como su propio nombre indica, pueden resultar más complicados de detectar, pero afectan muy negativamente a nuestro bolsillo. Se caracterizan por no pertenecer a nuestro presupuesto, y por ser altamente elevados.
Identifica y elimina los gastos ocultos que derivan de tus finanzas
Puede ser el caso de una factura de hogar que ni siquiera sabemos por qué tiene un consumo tan elevado, pero que todos los meses nos resta gran cantidad de dinero. Lo más recomendable es asegurar la vivienda de tal manera que no pierda agua ni calor o frío, que suelen ser las formas más comunes de gasto fantasma en recibos mensuales.
Por último, pero no menos importante, se encuentran los gastos vampiro. Estos se denominan así porque atacan tus ingresos y los merman por completo hasta dejar la cuenta a 0 euros. Puede que sean gastos fijos también, pero espaciados en el tiempo de tal manera que olvidamos prestarles atención hasta que ya es demasiado tarde. Puede ser el caso de las suscripciones a servicios de streaming.
Al contratar de manera individual cada servicio, parecen costes pequeños, pero juntos acaban suponiendo gran parte de nuestro dinero cada mes. Por eso es importante revisar de cuántas plataformas disponemos y cuáles son las que utilizamos, o de las que podemos prescindir con más facilidad.
Incluso las aplicaciones de nuestro smartphone pueden estar suponiendo un problema para nuestros ingresos. Existen aplicaciones en las que hemos podido pagar en un momento determinado, sin saber que ese coste u otro superior sería cobrado en nuestra cuenta también. Para evitar estos problemas hay que llevar un control sobre todos los gastos que realizamos cada mes. Podemos hacerlo por medio de una anotación breve en el móvil, en un cuaderno de gastos, en el ordenador, etc. Las opciones son muchas y dependen de nuestras preferencias.