Recurrir a una hipoteca es una necesidad de financiación para muchos usuarios. Dada la situación económica tan complicada en la que nos encontramos, un préstamo hipotecario es crucial para acceder a la compra de una vivienda. Para poder facilitarnos esta operación económica, las entidades bancarias deben asegurarse de que disponemos de la solvencia económica suficiente para hacer frente a los pagos. La forma más común de demostrar esa seguridad ha sido a través de una nómina estable. Pero ¿qué pasa si no tienes una? ¿Cómo puedes acceder a una hipoteca sin tener nómina? Afortunadamente, hay algunas alternativas a tener en cuenta.
Disponer de una vivienda propia es una ventaja económica a muchos niveles. Nos proporciona la seguridad de disponer de una vivienda realmente de nuestra propiedad. También nos permite tener una propiedad, que podemos revender o alquilar para conseguir un ingreso extra todos los meses. De esta manera la compra de una vivienda supone una oportunidad financiera en muchos sentidos, por lo que podemos plantearnos acceder a una hipoteca para conseguirla. A continuación te contamos cómo puedes conseguir un préstamo hipotecario sin necesidad de tener una nómina.
Cómo obtener una hipoteca sin disponer de una nómina
Si eres trabajador independiente o autónomo, puedes enfrentarte a retos adicionales al solicitar una hipoteca. Los bancos a menudo consideran a los autónomos como un riesgo mayor debido a la falta de ingresos fijos. Sin embargo, si puedes demostrar un historial de ingresos constantes y suficientes durante un periodo de tiempo, es posible que consigas una hipoteca. La clave aquí es mantener un registro detallado de tus ingresos. Esto puede incluir declaraciones de impuestos, contratos de trabajo y facturas de clientes.
Cuanto más completa sea esta documentación, más posibilidades tendrás de que te aprueben la hipoteca. Si tienes inversiones que generan ingresos, es posible que puedas usar esos ingresos para calificar para una hipoteca. Esto puede incluir ingresos de alquiler de propiedades, dividendos de acciones, intereses de bonos, entre otros. Necesitarás proporcionar documentación detallada de estos ingresos, que puede incluir declaraciones de impuestos, extractos bancarios y contratos de alquiler.
Una tercera opción es buscar a alguien dispuesto a actuar como avalista de tu hipoteca. Un avalista es alguien que se compromete a hacerse cargo de tu deuda si tú no puedes hacerlo. Esto puede ser un pariente o amigo cercano con una situación financiera sólida. Es importante tener en cuenta que esta es una responsabilidad seria. Si por alguna razón no puedes cumplir con tus pagos hipotecarios, la persona que actúa como avalista será responsable de ellos.
En algunos casos, si puedes demostrar un historial de ahorro sólido, esto puede convencer a una institución financiera para que te otorgue una hipoteca. Esto generalmente requiere una gran cantidad de ahorros, ya que debes poder demostrar que puedes cubrir el costo de la hipoteca por ti mismo durante un período de tiempo significativo. Aquí, las pruebas de ahorro se convierten en el equivalente de tu nómina. Necesitarás proporcionar estados de cuenta bancarios y otras pruebas de tus ahorros. Además, los bancos a menudo requerirán que mantengas un cierto nivel de ahorro en tu cuenta durante la vida de la hipoteca.
Más opciones para obtener una hipoteca
Finalmente, una opción es optar por un préstamo hipotecario con garantía. Esto implica que proporcionas algún tipo de activo como garantía al banco. Este podría ser otra propiedad que poseas, un coche, joyas, entre otros. En caso de que no puedas cumplir con los pagos, el banco tiene derecho a tomar posesión de la garantía. Estos préstamos son una opción viable para aquellos con activos sustanciales, pero se debe tener precaución. Asegúrate de tener un plan sólido para el pago del préstamo, ya que el incumplimiento puede resultar en la pérdida del bien ofrecido como garantía.