El regreso a clases no solo representa un reencuentro con los compañeros de aula, la adquisición de nuevos conocimientos y el inicio de una etapa más en la formación académica de nuestros hijos; también conlleva una serie de gastos que, en muchas ocasiones, pueden desestabilizar la economía familiar. Desde la compra de material escolar, pasando por los uniformes y hasta las cuotas escolares, son muchos los elementos a tener en cuenta en esta época del año.
Para muchos padres y tutores, el inicio del año escolar es sinónimo de una larga lista de compras y ajustes en el presupuesto familiar. No obstante, con una planificación adecuada y teniendo claridad sobre las prioridades, es posible enfrentar este periodo sin que suponga un descalabro financiero. En este artículo, te ofreceremos algunas claves para entender y gestionar mejor los gastos asociados al regreso a clases y cómo puedes prepararte para que esta temporada sea menos agobiante para tu bolsillo.
Cómo manejar un curso escolar sin gastar una fortuna en el proceso
Antes de detallar los distintos gastos que conlleva un curso escolar, es vital enfocar la importancia de crear un presupuesto. Conocer de antemano los gastos que se aproximan te permitirá establecer prioridades y buscar alternativas para ahorrar sin sacrificar la calidad educativa. Uno de los principales gastos que se deben asumir al inicio de un curso escolar y que afectan significativamente a nuestros bolsillos, son la matrícula y las cuotas escolares. Dependiendo del tipo de institución, estas tarifas pueden variar significativamente. Las escuelas privadas, por supuesto, tendrán unos costes más elevados que las públicas.
Otra de las grandes inversiones que deben hacerse, no solamente una sola vez sino durante todo el curso, es la compra de material escolar. Especialmente en cursos donde los hijos son más pequeños, se requiere de una compra mucho más repetida, pero en general se trata de un gasto bastante significativo. Lápices, cuadernos, libros de texto y otros materiales son esenciales para poder desarrollar el curso con normalidad, de hecho, muchos de ellos se vuelven a comprar a lo largo del año escolar. Los gastos aquí pueden minimizarse buscando ofertas y comprando en grandes cantidades cuando sea posible.
Dependiendo del centro en el que estudien nuestros hijos, también será necesario adquirir uniformes escolares. Muchas escuelas requieren uniformes específicos, y estos suelen tener un precio bastante elevado. Para tratar de reducir el derroche de dinero, podemos tratar de conservar de un curso a otro la mayor cantidad de ropa perteneciente al uniforme que nos sea posible, pudiendo incluso comprar algunas cosas de segunda mano. Por otro lado, dependiendo de la cercanía en la que nos encontremos respecto a la escuela, los menores tendrán que usar algún tipo de transporte o no. Ya sea que utilicen el transporte público, un servicio de autobús escolar o tu propio vehículo, hay costes asociados con llevar a tu hijo a la escuela y recogerlo.
Aunque algunas escuelas ofrecen programas de almuerzo a precios reducidos o gratuitos, muchos padres optan por darles a sus hijos una dieta específica, lo que puede incrementar los gastos. Las actividades extraescolares también suponen un impacto bastante importante en nuestras finanzas. Desde deportes hasta clubes, clases de arte o incluso clases de refuerzo, las actividades adicionales pueden sumar una cantidad considerable al presupuesto escolar anual.
Para controlar estos gastos lo mejor posible, podemos poner en marcha una serie de estrategias. Por ejemplo, antes de comprar, siempre es bueno comparar precios en diferentes tiendas o plataformas online. Sin duda una buena manera de reducir la cantidad de dinero que invertimos en estos gastos, conviene aprovechar las temporadas de descuento puede marcar una gran diferencia en el gasto total. Si es posible, utilizar el transporte escolar en lugar de tu vehículo puede resultar más económico. Buscar programas de asistencia financiera o becas puede ser una excelente forma de reducir los gastos.