Invertir en inmuebles que son propiedad de entidades bancarias puede ser una oportunidad lucrativa para aquellas personas que estén buscando adentrarse en el mercado inmobiliario. En este artículo, explicaremos cómo se puede invertir en viviendas que pertenecen a bancos, también conocidas como viviendas embargadas o REO (Propiedad de Bienes Raíces). A continuación te mostraremos información valiosa y consejos para poder comenzar con éxito esta oportunidad única de inversión.
Las propiedades que pertenecen a entidades bancarias son viviendas que han sido ejecutadas por una institución financiera debido a la incapacidad del propietario para cumplir con sus obligaciones hipotecarias. Cuando los propietarios no cumplen con los pagos de su hipoteca, los bancos toman posesión de la propiedad e intentan venderla para recuperar sus pérdidas. Estas propiedades a menudo se venden a un precio con descuento, lo que las hace atractivas para los inversores. En su mayoría, son viviendas de segunda mano, por lo que muchas de ellas necesitan ser reformadas antes de volver a ser habitables.
¿Cómo invertir en viviendas de bancos?
Para empezar, debemos tener en cuenta las ventajas que nos puede ofrecer invertir en viviendas que son propiedad de bancos, ya que son unas cuantas y es muy posible que no las conozcamos. Echemos un vistazo más de cerca a algunos de los beneficios clave, entre los que se encuentran los precios. Las propiedades del banco suelen tener un precio inferior al valor de mercado, lo que brinda a los inversores la oportunidad de adquirir bienes inmuebles a un precio con descuento. Este factor de asequibilidad permite a los inversores maximizar su retorno de la inversión.
Además, al comprar una propiedad de un banco a un precio más bajo, existe un potencial significativo para generar altos rendimientos. A medida que el valor de la propiedad aumenta con el tiempo, los inversores pueden beneficiarse de la apreciación del capital. Un precio que aumenta todavía más si las viviendas se reforman y se convierten en hogares habitables y en perfectas condiciones. El mercado inmobiliario ve constantemente un flujo de propiedades de propiedad de los bancos, lo que garantiza una amplia gama de opciones para los inversores. Este mayor inventario permite a los inversores seleccionar propiedades que se alineen con sus objetivos y estrategias de inversión.
Por otra parte, los bancos a menudo están motivados para vender propiedades embargadas rápidamente, lo que puede crear oportunidades para que los inversores negocien condiciones favorables. Esta flexibilidad permite a los inversores obtener mejores acuerdos y aumentar potencialmente sus márgenes de beneficio. Es decir, al adquirir un piso en propiedad bancaria, es mucho más probable que la entidad propietaria del inmueble nos conceda un alto porcentaje de financiación, que puede superar incluso el 90%.
Para acceder a este tipo de inmuebles, podemos ponernos en contacto directamente con los bancos locales y preguntar sobre su inventario de propiedades bancarias. Algunas instituciones financieras tienen departamentos dedicados o administradores de activos que se encargan de la venta de viviendas embargadas. Al establecer relaciones con estos profesionales, puedes acceder a oportunidades de inversión exclusivas. Aunque existen muchas opciones a tener en cuenta, como lo es acceder a una subasta pública. En ellas, las entidades del gobierno local o empresas de subastas, ofrecen la oportunidad de acceder a propiedades del banco. Estas subastas pueden ser un entorno competitivo y de ritmo acelerado, por lo que es esencial realizar una investigación exhaustiva de antemano y establecer un presupuesto para la licitación.
Antes de invertir en una propiedad de un banco, es conveniente realizar una investigación exhaustiva sobre el historial de la propiedad, las condiciones del mercado y las ventas comparables en el área. Comprender el valor y el potencial de la propiedad nos permitirá tomar una decisión de inversión mucho más informada, pero sobre todo mucho más acertada.