La reforma de las pensiones que entró en vigor el pasado 1 de octubre ha supuesto un cambio importante para los trabajadores a tiempo parcial, que hasta ahora se veían perjudicados a la hora de acceder a la jubilación. Antes, cada día que trabajaban contaba menos que un día completo, y eso les hacía más difícil jubilarse o cobrar menos pensión. Ahora, cada día que trabajan cuenta igual que un día completo, aunque trabajen menos horas.
Esto es bueno sobre todo para las mujeres, que son la mayoría de los que trabajan menos horas al día en España. Hay más de dos millones de personas en esta situación. Antes, había una regla que les quitaba días de trabajo según las horas que trabajaban, y eso les perjudicaba. Ahora, esa regla ya no existe y se les pide lo mismo que a los que trabajan todo el día para poder cobrar la pensión.
¿Qué requisitos hay que cumplir para jubilarse en 2023?
La equiparación del trabajo a tiempo parcial con el trabajo a tiempo completo no es el único cambio que afecta a la jubilación en 2023. También se ha vuelto a retrasar la edad legal de jubilación ordinaria, que depende de los años cotizados. Así, la edad de jubilación en 2023 es de 66 años y 4 meses cuando se acrediten menos de 37 años y 9 meses de cotizaciones. Si has trabajado 37 años y 9 meses o más, te puedes jubilar con 65 años.
También tienes que haber trabajado al menos 15 años en total, y 2 de esos años tienen que ser de los últimos 15 años antes de dejar de trabajar. Y para saber cuánto te van a pagar de pensión, se miran los últimos 25 años de trabajo antes de dejar de trabajar, es decir, 300 meses.
¿Cómo afectará esta reforma a las futuras pensiones?
La reforma de las pensiones tiene como objetivo garantizar la sostenibilidad del sistema público de pensiones, que se enfrenta a retos demográficos y económicos. Según el Gobierno, la equiparación del trabajo a tiempo parcial con el trabajo a tiempo completo supone un avance en la igualdad de género y en la protección social de los trabajadores más vulnerables.
Sin embargo, algunos expertos advierten de que esta medida podría tener efectos negativos sobre el empleo, la productividad y el déficit de la Seguridad Social. Además, señalan que el retraso de la edad de jubilación y el aumento del periodo de cotización para calcular la pensión podrían provocar una reducción de las pensiones futuras.
En cualquier caso, es importante que los trabajadores conozcan sus derechos y obligaciones en materia de jubilación, así como las opciones que tienen para complementar su pensión pública con planes de ahorro privado. De esta forma, podrán planificar mejor su futuro y disfrutar de una jubilación digna y segura.
¿A quiénes beneficia el cambio?
El cambio beneficia a los más de dos millones de trabajadores con contratos a tiempo parcial que hay en España, según los datos de la Encuesta de Población Activa. De ellos, el 73% son mujeres, por lo que la medida tiene un claro impacto de género.
El cambio supone que estos trabajadores tendrán más facilidad para acceder a las pensiones, ya que se les exigirán los mismos períodos de cotización que a los trabajadores a tiempo completo. Además, podrán cobrar una pensión más alta, al no verse penalizada su base reguladora por el coeficiente de parcialidad.
En conclusión, el cambio en el cálculo de la pensión para los trabajadores a tiempo parcial es una medida de justicia social que reconoce el valor de este tipo de trabajo y que contribuye a reducir la brecha de género en el sistema de pensiones. A partir de ahora, los trabajadores que hayan cotizado con jornadas reducidas tendrán los mismos derechos que los que hayan trabajado a tiempo completo, lo que supone un avance hacia la igualdad y la dignidad de las pensiones.