La jubilación es una de las etapas más importantes de nuestra vida, ya que marca el final de nuestra vida laboral activa y el inicio de una nueva etapa en la que disfrutamos del tiempo libre que nos ha costado tanto ganar. Sin embargo, la realidad es que no todos los trabajadores se jubilan en las mismas condiciones.
Los trabajadores por cuenta propia o autónomos y los trabajadores asalariados o por cuenta ajena se rigen por regímenes diferentes de la Seguridad Social, que establecen requisitos, trámites, cuantías y beneficios distintos para la jubilación. Si tienes dudas sobre cómo será tu jubilación, en este artículo vamos a analizar las diferencias entre la jubilación de los asalariados y la de los autónomos.
¿Cómo es la jubilación para asalariados y para autónomos?
Debes saber que la jubilación de los asalariados se rige por el sistema público de pensiones, que garantiza una pensión mínima a todos los trabajadores que hayan cotizado durante un mínimo de 15 años. Si eres un asalariado, la cuantía de tu pensión dependerá de la base reguladora, la cual se calcula en función de las cotizaciones que hayas realizado a la Seguridad Social a lo largo de tu historia como trabajador.
Además, como asalariado tendrás la posibilidad de complementar tu pensión pública con planes de pensiones privados, los cuales te permiten ahorrar para el futuro con ventajas fiscales y obtener una renta adicional cuando te jubiles.
Por su parte, la jubilación para los autónomos es diferente a la de los asalariados, ya que los trabajadores autónomos no cotizan al sistema público de pensiones en las mismas condiciones que los asalariados. En lugar de ello, si eres autónomo debes saber que cotizas a través del régimen especial de autónomos, el cual se rige por una base de cotización con límites bajos y altos que se fija cada año.
Esto significa que tu pensión pública como autónomo puede ser inferior a la de los asalariados, aunque también tendrás la oportunidad de complementar tu pensión pública con planes de pensiones privados. Además, tienes la ventaja de que podrás elegir la base de cotización que vaya acorde con tus necesidades, lo que te permite ajustar tu cotización a tus ingresos reales.
¿Qué cambia entre ser asalariado o autónomo al jubilarse?
A la hora de jubilarte, debes conocer que las principales diferencias entre los asalariados y los autónomos radican en la cantidad de dinero que cobrarán como pensión pública y en la posibilidad de complementarla con planes de pensiones privados. Sin embargo, también hay otras diferencias importantes a tener en cuenta, como son:
- La edad de jubilación: mientras que los asalariados tienen una edad de jubilación fija, los autónomos pueden elegir entre jubilarse a los 65 años o hacerlo antes (con una reducción de la pensión) o después (con un aumento de la pensión).
- La cotización a la Seguridad Social: los asalariados están obligados a cotizar a la Seguridad Social durante toda su vida laboral, mientras que los autónomos tienen la posibilidad de elegir la base de cotización que le convenga y, por tanto, su cuota mensual.
- La jubilación activa: los asalariados que se jubilan pueden seguir trabajando a tiempo parcial mientras cobran su pensión, mientras que los autónomos pueden compatibilizar su pensión con el trabajo por su cuenta sin ninguna limitación.
Como hemos visto, la jubilación de los asalariados y los autónomos presenta importantes diferencias en cuanto a la cantidad de dinero que se percibirá como pensión pública. Sin embargo, también hay otras diferencias importantes a tener en cuenta, como la edad de jubilación, la cotización a la Seguridad Social o la posibilidad de trabajar después de jubilarse. En cualquier caso, lo más importante es planificar con antelación la jubilación y tomar medidas para asegurarte una pensión suficiente que te permita disfrutar de esta nueva etapa sin preocupaciones económicas.