La jubilación es una etapa que representa un cambio importante, pues implica el cese de actividades laborales que ocupan gran parte de nuestra vida y ayudan a definir nuestra identidad personal y social. La jubilación, por lo tanto, puede tener efectos tanto positivos como negativos en la salud física y mental de los adultos mayores, dependiendo de cómo se viva y gestione el proceso.
Ahora bien, esta etapa puede verse como una oportunidad para disfrutar de más tiempo libre, dedicarse a pasatiempos, viajar, aprender cosas nuevas o participar en actividades sociales y de voluntariado. Además, la jubilación puede reducir el estrés y el estrés relacionados con el trabajo, lo que es beneficioso tanto para la salud física como mental. Sin embargo, la jubilación también puede ser percibida como una pérdida de rol, de estatus, de ingresos o de contactos sociales. Asimismo, puede conllevar un menor uso de las capacidades cognitivas y un mayor sedentarismo, lo que puede afectar la salud.
¿Qué factores influyen en la salud física y mental tras la jubilación?
La salud física y mental tras la jubilación depende de varios factores, tanto personales como contextuales. Entre estos factores se incluye la edad de jubilación, ya que cuanto más tarde se produzca el retiro laboral, mayor será el tiempo de exposición a los beneficios del trabajo y menor el tiempo de exposición a los riesgos del desempleo.
Otro de estos factores es la voluntariedad de la persona al momento de jubilarse, lo que se puede entender como el grado en el que el trabajador decide libremente cuándo y cómo dejar su actividad laboral. El trabajador puede elegir jubilarse por motivos personales o profesionales, aceptar una oferta o una presión para jubilarse o verse obligado a jubilarse por causas ajenas a su voluntad. Cuanto mayor sea el control sobre la decisión de retirarse, mayor será el ajuste psicológico y menor el estrés asociado al cambio.
La preparación para la jubilación es otro factor que puede influir en la salud física y mental de la persona que se jubila, pues el trabajador puede ahorrar e invertir para asegurar su nivel económico tras la jubilación, buscar alternativas laborales o formativas para seguir activo tras la jubilación, mantener o ampliar sus redes de apoyo, o desarrollar intereses y proyectos personales para llenar su tiempo libre tras la jubilación. Cuanto mayor sea el nivel de planificación y anticipación, mayor será la satisfacción y el bienestar tras el retiro.
¿Qué se puede hacer para mejorar la salud física y mental tras la jubilación?
La salud física y mental tras la jubilación no depende solo de los factores anteriores, sino también de las actitudes y los comportamientos que se adopten durante esta etapa. Algunas de las acciones que se pueden tomar son:
- Comer sano: Contar con una dieta balanceada con alimentos saludables puede ayudar mucho para el desarrollo de una vida tranquila y sana.
- Ejercicio físico: La jubilación es un buen momento para explorar nuevas actividades físicas, como caminar, nadar, hacer yoga o bailar. Hacer alguna actividad física te hará sentir más activo y saludable.
- Estimulación cognitiva: La estimulación cognitiva es fundamental para preservar las capacidades mentales en la vejez. La jubilación ofrece una oportunidad para aprender cosas nuevas, como idiomas, informática o música. También se puede estimular el cerebro con actividades como leer, escribir, hacer crucigramas o jugar al ajedrez.
- Apoyo social: La jubilación puede ser una etapa para fortalecer los vínculos afectivos con familiares y amigos. También se puede ampliar el círculo social con actividades como participar en asociaciones, clubes o voluntariados.
La jubilación es un cambio vital que puede tener efectos positivos o negativos en la salud física y mental de las personas mayores. Para mejorar la calidad de vida y el bienestar tras el retiro laboral, es importante cuidarse con una dieta saludable, ejercicio físico, estimulación cognitiva y apoyo social.