En mi opinión, uno de los momentos más importantes en la vida de una mujer es el ser madre, el dar a luz a un hijo. Es inolvidable y difícil de superar por otros momentos que pueda experimentar una mujer; para mí nada como darle la vida a un ser humano.
Un hijo te cambia la existencia, se convierte inevitablemente en un pilar indispensable en tu mundo, es lo más importante y por ello, desde el primer instante en que lo tienes en tus brazos, te inunda la preocupación porque se encuentre bien y no le ocurra nada al bebé. Esto provoca que durante los primeros años casi todo tu tiempo lo dediques a su atención y cuidado.
Gracias a los libros y revistas existentes sobre esta temática, abrumas tu mente con información para descubrir cuáles son los consejos, recomendaciones e indicaciones que hay que seguir y asegurarnos de que el recién nacido crezca y se desarrolle sin ningún tipo de problemas.
Muchos son las cuestiones a tener en cuenta con un bebé para que todo vaya de maravilla en su cuidado. El baño, las horas que el pequeño debe dormir, cuál es la ropa más adecuada, mantener limpias y saneadas zonas corporales como los ojos, la nariz, orejas, la boquita, el culete. Y también la alimentación, que es la parte más importante del cuidado del niño durante su primer año de vida.
Debemos de prestar mucha atención a la alimentación de nuestro bebé. Debe de ser primordial y necesario conocer cuáles son los alimentos y comidas más idóneas y para ello es esencial entender la base de la que depende la alimentación de un recién nacido.
Vamos a intentar ayudaros con algunos consejos sobre la alimentación de un bebé.
Durante los primeros seis meses de vida, el alimento básico y esencial del bebé será la leche materna. El recién nacido dependerá de la lactancia de la madre por lo que es muy importante tener en cuenta varias cosas a la hora de darle el pecho. La zona debe de estar muy limpia, cumplir escrupulosamente los momentos del día y tiempos de las tomas para darle al bebé la lactancia que realmente necesita. Esto último es importantísimo y en el caso de que la madre no pueda proporcionar toda la leche que su organismo demanda, una buena opción son los sacaleches. Si este es tu caso puedes recurrir a webs especializadas sobre este tema como sacaleches.info en donde podrás encontrar toda la información para aclarar las dudas que tengas sobre este asunto.
A partir del cuarto mes se debe de incluir la llamada “Alimentación complementaria”, cuya misión es cubrir las necesidades energéticas para que el bebé se desarrolle y crezca adecuadamente.
Llegado el sexto mes de vida, los padres tendrán que ir sustituyendo las tomas de leche por los componentes de la alimentación complementaria. Lo más conveniente es hacerlo poco a poco. Deberemos de estar muy atentos a la tolerancia que el bebé experimente con estos cambios dentro de sus hábitos alimenticios.
¿Cualés son los complementos alimenticios y cuándo debemos de dárselos al bebé? Frutas (a partir del 4º mes), pollo (a partir del 5º – 6º mes), ternera (a partir del 6º – 7º mes), pescado (8º mes) y huevo (9º – 10º mes).
Los alimentos sólidos debemos de ofrecérselos en trocitos muy pequeños o muy bien triturados. Ayudarle a que la comida la mastique adecuadamente y hacer pausas entre bocado y bocado.
Teniendo en cuenta estos consejos no deberíamos de tener ningún problema ni complicaciones con la alimentación de nuestro pequeño, pero ten siempre en cuenta que lo más importante es acudir al pediatra el cuál nos indicará los consejos e indicaciones más adecuados para la alimentación del pequeño. Siguiendo las recomendaciones adecuadas veremos cómo nuestro hijo va creciendo y creciendo, y lo veremos crecer siempre con una sonrisa en el rostro.
Un fuerte abrazo y nos vemos en mi próximo post.