No importa si tu cabello es de tendencia seca o grasa, probablemente te haya ocurrido alguna vez que notas que tu melena se ve pesada. Aún recién lavado, el pelo carece de volumen, lo encuentras pegajoso o graso y cada vez aguanta menos días limpio. Entras en una situación de dependencia en la que necesitas lavarlo con más frecuencia y cada vez lo sientes peor.
Esta sensación la provoca la acumulación de productos. Si sueles aplicarte productos con demasiadas siliconas, ceras o algunas mantecas, es probable que estas se hayan adherido a tu hebra capilar y sea difícil eliminarlas con un simple lavado.
La solución es realizar un lavado profundo, sin necesidad de utilizar productos agresivos y las arcillas son el aliado perfecto para hacerle un detox a tu cabello y que luzca de nuevo sano, limpio y brillante.
El poder limpiador de las arcillas
En general, las arcillas tienen un gran poder limpiador, absorbente y desincrustante. Posee funciones antisépticas, seborreguladoras y actúa como tónico en el cuero cabelludo. Contrariamente a lo que pueda esperarse, deja el cabello desenredado y muy suave. Tanto que prácticamente no requerirás utilizar un acondicionador.
Las arcillas son capaces de eliminar los residuos más incrustados, tanto en el cuero cabelludo como en la hebra capilar. Muchas veces, el cuero cabelludo acumula restos de productos, como las siliconas que contienen las cremas de peinado o los suavizantes. Estos productos suelen taponar los poros, de modo que el folículo piloso no puede completar su función y el cabello no puede regenerarse con naturalidad. El resultado es un cabello debilitado y quebradizo.
Una arcilla para cada tipo de cabello
En función de su composición, hay arcillas que tienen mayor poder limpiador. Esto es importante a la hora de escoger la arcilla que mejor se adecue a tu cabello. Toma nota de algunas de las arcillas que encontrarás fácilmente en comercios especializados que van a aportar beneficios a tu melena:
- Arcilla blanca (caolín): se trata de una arcilla muy suave y apta para cualquier tipo de cabello. Si tienes que empezar por alguna, te recomiendo que sea por ésta.
- Arcilla verde: tiene un alto poder seborregulador, de modo que está más indicada para los cabellos grasos. Alivia la caspa y otras afecciones del cuero cabelludo.
- Arcilla roja: matiza los cabellos rubios.
- Arcilla rosa: se trata de una mezcla de arcilla roja y blanca. Se utiliza en casos de cabellos más secos y cueros cabelludos sensibles o irritados.
- Arcilla rhassoul (ghassoul): ideal para cabellos finos, pues aporta mucho volumen, además de fuerza y estimular el crecimiento.
Cómo preparar el champú casero de arcilla
El proceso es muy sencillo. Bastará con añadir unas 2 o 3 cucharadas soperas de la arcilla escogida en un bol. Utiliza más o menos cantidad en función de la densidad y largura de tu cabello. A continuación, agrega poco a poco alguna cucharada de agua ligeramente caliente y vez removiendo hasta que tengas una consistencia pastosa, como la de una crema. Añade unas gotas de un aceite vegetal: oliva, girasol, coco, sésamo, etc.
Si lo prefieres, podrías sustituir el agua mineral por alguna infusión. Por ejemplo, puedes agregar té o café, si quieres estimular el crecimiento. Si tienes el cuero cabelludo irritado, utiliza un poco de infusión de camomila o tila.
Si quieres que la experiencia sea más agradable, añade unas gotitas de tu aceite esencial preferido.
Lavar el cabello con arcilla
Una vez tienes tu mezcla preparada, el champú de arcilla casero está listo para su uso. Bastará con que humedezcas tu cabello con agua tibia y apliques la pasta de arcilla primero sobre el cuero cabelludo, ejercitando un suave masaje para que la arcilla despliegue su poder desincrustante, y posteriormente a lo largo de la hebra capilar, para que la arcilla absorba los residuos que han quedado adheridos.
Deja actuar al menos 10 minutos. Pasado este tiempo, enjuaga con abundante agua. Podrás comprobar que el cabello queda inmediatamente más suave. Puedes aplicar un acondicionador, preferiblemente libre de siliconas, para completar tu rutina de lavado.
Una vez seco, verás que el cabello queda más suelto, brillante y con volumen.