¿A qué grupo de personas perteneces?, ¿a los que prefiere la limpieza de los platos o cocinar? Por mi parte, soy de las que encuentra más placentero lavar la vajilla y el menaje sucio, de hecho, lo percibo como un momento de relajación y silencio mental para poder callar pensamientos recurrentes. Es verdad, aunque parezca extraño, hay una explicación científica para esto.
Si tú también eres de los que encuentra calma al realizar esta tarea doméstica, ¡sigue leyendo! Te contaré un poco más de qué va este estudio que revela la razón por la que lavar los platos ayuda a reducir el estrés y la ansiedad y cómo hacer que este quehacer sea más llevadero, fácil y rápido.
Lavado de los platos: Una oportunidad para combatir el estrés
La Escuela de Psicología de la FSU (Universidad Estatal de Florida) realizó un estudio de 6000 voluntarias mujeres de entre 65 a 99 años mientras se dedicaban a lavar platos sucios. El objetivo de esta investigación era monitorear su comportamiento antes, durante y tras esta labor por una semana completa mediante sensores.
Resultados del estudio científico del lavado de los platos
Sin duda, los resultados registrados fueron bastante interesantes, pues los especialistas descubrieron que, en aquellas personas que llevaron a cabo la actividad con voluntad (sin sentirse obligadas) hubo una disminución notable de los niveles de cortisol, nerviosismo y aumento de la inspiración y bienestar, por lo tanto, esta tarea influye positivamente en la esperanza de vida.
Recomendaciones para disfrutar lavar los platos
Aunque es una actividad cotidiana que a casi nadie le gusta (es un poco asquerosa y repetitiva), los efectos que tienen en la salud física y mental son favorables, pues permite detenernos del caos diario y concentrarnos en una sola labor. No obstante, si eres de los que no le gusta para nada, sigue estos consejos para que el lavado de los trastes sea más ameno y sencillo:
- Evita la acumulación: Trata en lo posible de fregar inmediatamente después de comer, así será más fácil remover los residuos y no se formará una pila de vajilla sucia.
- Usa agua caliente: No solo elimina bacterias presentes en el material, sino que hace que los restos adheridos salgan sin esfuerzo.
- Organiza: Si tienes muchas cosas que lavar, ordénalas e inicia con lo más limpio. Por ejemplo: vasos, luego tazas de ensalada, sigue con los cubiertos, platos y deja para el final las ollas o sartenes.
- Utiliza un buen jabón: Esta es una clave esencial para no pasar horas en la faena.
- Agrega vinagre o zumo de limón: Estas sustancias ácidas son estupendas para ablandar la grasa y alimentos pegados para eliminarlos sin frotar tanto.
- Pon música: Escuchar tus canciones favoritas hacen que incluso cualquier actividad aburrida, se convierta en un rato especial.
Esta investigación se publicó en la revista Journal of the American Geriatrics Society y expresa que factores como el paso del agua, la espuma y el aroma del jabón también contribuyen a canalizar las emociones. Además, si se combina con actividad física suave (pasar la aspiradora, subir escaleras o trapear) se convierte en un excelente ejercicio para favorecer la salud en general.