Esta mañana se me ha ocurrido invitar a mi hija a desayunar. “Vale, mamá. Pero vamos donde yo elija”. Y claro, no he podido llevarle la contraria. Hemos ido a un sitio muy moderno de la calle Goya y, por lo visto, muy de moda en estos momentos, y debe de ser cierto porque hemos tenido que esperar treinta minutos para pedir el desayuno. Yo iba con la intención de tomar mi clásico desayuno de café con leché y unos churritos. Cuál ha sido mi sorpresa y decepción al ver que no tenían cafetera, ni mucho menos churros, para que hablar de porras. En cambio tenían una estantería abarrotada de cajas de cereales que podías mezclarnos con múltiples clases y tipos de leches y batidos. Eso sí, te daban la opción de mezclar varios cereales en el mismo vol. ¡Un gran desayuno. Vamos!
Y os estaréis preguntando, ¿por qué Jeza nos cuesta esta batallita? Porque hay veces que las modernidades y tendencias me vuelven loca. Lo vais a comprender cuando os siga contando lo que me ha ocurrido con mi hija durante el desayuno.
Con respecto a la mesa, hemos tenido suerte: se iba una pareja de adolescentes de una de ellas y mi hija casi se ha tirado para cazarla. Por supuesto, no se le ha escapado la presa. Con la tranquilidad y paciencia que me dan los años, he llegado un minuto después a la mesa. Según me siento, y preparada para tomarme mi café solo con hielo –en mi opinión, lo único comestible que he podido encontrar en el lugar-, mi hija vuelve a atacarme despiadadamente. “Mamá. ¿Qué te parecen los outfits que me he comprado en Polinesia?” Efectivamente, habéis acertado de pleno: el café se me ha atragantado y me he quedado sin mi espléndido desayuno.
Seguro que muchas de vosotras sabéis perfectamente qué es un outfit y estáis plenamente familiarizadas con el término, pero en mi caso he tenido que acudir al diccionario de nuestra querida Real Academia de la Lengua, ha sido imposible encontrar dicho anglicismo en tan memorable libro. Así que me he lanzado a la gran selva que es Internet y ahí sí he tenido suerte. Voy a intentar explicar lo que es un outfit. Pediros disculpas de antemano si no lo consigo.
Outfit es una palabra anglosajona que significa vestimenta, ropa o conjunto. Si lo extrapolamos al mundo de la moda, podemos decir que se refiere al conjunto de ropa y complementos que se utilizan en determinadas ocasiones sociales, pudiendo utilizarlos indistintamente tanto hombres como mujeres. No nos equivocaremos si hablamos de outfits para ocasiones tan distintas como puedes ser bodas, fiestas, galas especiales, cenas de negocios, para ir a trabajar, incluso para ir a la playa.
En un primer momento, para alguien como yo, el asunto puede parecer algo extravagante, pero nada de eso, si lo piensas bien y detenidamente, tiene mucha lógica y razón de ser. No podemos vestir de igual manera si vamos a la playa como si asistimos a una cena de empresa, tampoco si vamos a ir el lunes al trabajo como si vamos a asistir a la boda de nuestra mejor amiga, ni que decir si queremos vestir para salir en Nochevieja o si vamos a asistir a la graduación de nuestra hija. Pensando en todo esto, es cuando he encontrado total sentido a los outfits, tanto para la moda de hombres como para moda mujer y en ningún momento están reñidos con las últimas tendencias de moda, todo lo contrario, puedes alternarlos con las que aparecen cada año.
Y me he dicho, ¡qué narices. Voy a crearme mis propios outfits! Así que he roto mi cerdito de este año y me he ido de compras; por suerte mi hija ha hecho de Personal shopper. A ver si os gusta lo que me he comprado.
Para los momentos y situaciones de otoño e invierno, mis outfits va a estar confeccionados por un par de chaquetas de abrigo: una modelo beisbolera y otra tipo bomber. Quería una sudadera y estaba dudando en una clásica con capucha y bolsillo en el vientre o que fuera más informal y moderna realizada en punto o corte oversize, así que me he comprado la dos. Un par de jeans y otros tantos leggins. Un gorro de invierno con pompón y otro de pelo sintético. Para el cuello, he elegido una bufanda estilo hipster y una braga con un aire sport. En vez de bolso, mi hija me ha recomendado que lleve una mochila que me dará un estilo más juvenil; me he decidido por una de cuero. Calzado alto para protegerme del frío, cómodo y que transpire bien; he adquirido unas botas coloridas y unas zapatillas discretas y de estilo casual.
Los outfits para las situaciones y circunstancias de primavera y verano van a estar compuestos por un buen conjunto de shorts en lo que he incluido los clásicos vaqueros, de tipo deportivos e incluso los de baño, sin olvidarme de los vaqueros largos y leggins para los momentos más frescos. Camisas con un look vintage y utilizaré camisetas y blusas para los ambientes de interior y de estar por casa. Para un estilo más informal, camisetas con print de colores llamativos, algunas con manga sisa y otras de tipo top; todas ellas con un toque urbano y sport.
Para estos momentos tampoco voy a utilizar bolsos, me he comprado un gymsack y una riñonera que me darán un aire moderno y algo transgresor. Una gorra lisa y rosa palo para las mañanas y otra con logo deportivo y rojo intenso para la noche. Siempre unas gafas de sol de tipo aviador. Para el calzado, he comprado unas chanclas deportivas y cómodas y unas zapatillas de tela suave y colores alegres.
Espero que os gusten los modelos y accesorios que he elegido para mis outfits de temporada. Yo estoy muy contenta. Me he puesto a la última en tendencias y estilos y he aprendido muchas cosas nuevas sobre la moda. Mi hija también está contenta cuando ahora ve cómo visto, se lo noto cuando me mira, y eso hace que me sienta feliz. Aunque no pienso volver a invitarla a desayunar en el sitio de los cereales.